Tomás Mondino: el joven velocista argentino que ilusiona a todo el mundo del atletismo

Actualmente con 17 años viene de hacer historia en el Sudamericano Sub 20 de Perú en 2021 y buscará seguir creando su camino en la nueva edición del torneo continental que se llevará a cabo en Bogotá.

Tomás Mondino: el joven récordman argentino y que ilusiona a todo el mundo del atletismo
Tomás Mondino, la nueva promesa del atletismo argentino. Foto: A Pulmón.

En el último tiempo resulta frecuente sintonizar carreras de atletismo en las que cada participante es oriundo de lugares como Centroamérica, África y demás partes del mundo, pero difícilmente provenientes de Argentina. La disciplina en velocidad dentro del ámbito local no logró afianzarse en esta actividad en los últimos años, siendo su última medalla olímpica obtenida en 1952 cuando Reinaldo Gorno se quedó con la de plata en maratón.

Sin embargo, un nuevo nombre cada vez vuela con mayor frecuencia en el suelo argentino y comienza a pisar con fuerza en las pistas de cemento. Se trata de Tomás Mondino, un chico de 17 años que ya compite en las categorías juveniles, posee siete récords en su haber al destacarse en varias especialidades y ahora se prepara para dejar su huella en el Sudamericano Sub 20 que tendrá lugar en Bogotá, Colombia, a partir del 19 de mayo.

Oriundo de Rafaela, Santa Fe. A días de transformarse en una persona adulta legalmente (cumple años el 27 de mayo), pero con la mentalidad de un profesional con experiencia, producto que provoca que su carrera aún no parezca tener techo. La figura de Mondino fue creciendo poco a poco dentro del mundo del atletismo hasta transformarse en una de las mayores promesas de este deporte a nivel nacional. Los resultados hablan por sí solos. Se trata del actual campeón sudamericano Sub 18 y Sub 20 en las categorías de 100 y 200 metros.  Pero ahora debe ir en búsqueda de la defensa del título.

Tomás Mondino: el joven récordman argentino y que ilusiona a todo el mundo del atletismo
Mondino posando junto a la medalla dorada de los 100 metros en la categoría Sub 18. Foto: A Pulmón.

Dentro de dos semanas dará inicio el Campeonato del continente Sub 20 en Bogotá. Junto a toda la delegación que representará a Argentina también dirá presente Mondino, quien resulta ser el integrante que más brilló en los últimos años y que, por lo tanto, se lleva la mayoría de miradas ante las posibles marcas históricas que puede dejar como hito.

Sus dotes como velocista, los cuales lo terminarían catapultando como un nuevo récordman argentino, no fueron halladas dentro de una pista atlética, sino que a través del rugby, deporte que jugó Tomás hasta sus 15 años. Su entrenador sería quien le recomendaría abandonar el mundo de la ovalada para poder explotar las cualidades de corredor nato que presentaba.

«Arranqué con competencias a los 13 años, que fue cuando me metí en el mundo del atletismo. Mi primer torneo fue en Perú, en Arequipa. En ese momento seguía con el rugby, con el atletismo recién arrancaba. Por dos años estuve haciendo las dos cosas, hasta los quince«, explicó el atleta de diecisiete años a través de una charla con el programa Sin Mordaza.

Igualmente, la relación del joven con récords ya resulta ser moneda corriente para él, al igual que el verlo festejar, a pesar de haber comenzado su carrera hace solo cinco años. Es así que también ya ganó los últimos 100 metros correspondientes a los Juegos Olímpicos de la Juventud de Rosario 2022. Además, Mondino también es récord argentino de la misma prueba, con un tiempo de 10s43 conseguidos en el Sudamericano Sub 20 de Lima 2021, competición en la que también se quedó con el récord de los 200 metros al superarlos en un tiempo de 21s24. Torneo que disputa, torneo en el que arrasa.

 

A pesar de los resultados que lo acompañan, Tomás también es fiel a las costumbres que mantienen los argentinos. Las cábalas, cotidianas dentro del mundo del deporte, no pueden faltar tampoco en él. «Siempre sin decir nada de más por si las dudas llega a pasar algo. No me gusta mufarla«, declaró el velocista en diálogo con el diario La Nación.

La rapidez y las habilidades deportivas de Mondino vienen en la genética. Su padre y también entrenador es Ceferino Mondino, atleta que supo ser campeón nacional de velocidad en la década de los 90, que con sus órdenes hace brillar a su propio hijo. Ambos logran llevar una relación en donde los factores que involucran la relación familiar están aclarados. «A veces es muy difícil la relación de padre y entrenador. Muchas veces, cuando es tu papá y tu entrenador al mismo tiempo, puede no dar frutos. Pero con él siempre la pudimos llevar durante todos estos años, acomodando mis entrenamientos en base al estudio«, confesó el juvenil también en La Nación.

A pesar de ya estar forjando su camino paso a paso, algunas situaciones ayudan a Mondino a seguir esforzándose por sus sueños. Muchas veces no todo está servido bajo la palma de su mano para que el chico se haya vuelto en la promesa que resulta ser. Es así como nunca olvidó sus orígenes y por ello todas las posibles falencias que posean los lugares donde entrena no son un problema para él, sino que busca soluciones para ellos por sus propios medios.

El joven atleta llegó a cortar el pasto de la pista en la que entrenaba en Rafaela ya que el mantenimiento que se le brindaba no era óptimo. Los sacrificios van más lejos que de los entrenamientos para este chico, quien demuestra también fuera de la cancha por qué ocupa el séptimo puesto dentro del ranking mundial de la categoría de los cien metros.

Ahora, los objetivos están claros en el corto plazo para él. Mantener el ritmo de consagraciones en suelo cafetero, quien sabe incluso si con la posibilidad de quebrar nuevos récords en el intento. Para ello, durante las últimas dos semanas Mondino estuvo en San Pablo, Brasil, con la idea de perfeccionarse y así entrenar al máximo en un predio especializado para sus necesidades.

Gracias a su padre-entrenador, diversas marcas que ya colaboran como sponsors, el pueblo argentino y el apoyo de los casi quince mil seguidores que tiene en sus redes sociales, el niño de oro del atletismo ya comienza a dar de qué hablar. Difícil que algo pueda interponerse en el camino del «viento».

Bruno Carbajo, 2° A, turno tarde