Marcos Siebert: “Mi meta es formar una carrera deportiva en Europa”

Pocos son los pilotos que emigran al exterior para conseguir el sueño de correr en la categoría madre de la Federación Internacional del Automóvil. Uno […]

Pocos son los pilotos que emigran al exterior para conseguir el sueño de correr en la categoría madre de la Federación Internacional del Automóvil. Uno de ellos es el marplatense Marcos Siebert ¿Lo curioso? Forma parte del equipo de Ralf Schumacher, hermano del heptacampeón Michael, y su compañero es el hijo de Ralf, David. Uno de sus logros fue ganarle el campeonato de Fórmula 4 italiana a Mick Schumacher, hijo del Kaiser.

La pasión por los autos fue transmitida por su abuelo, quien fue camionero por cuatro décadas y fanático del deporte. Además, como todo piloto, sus primeros pasos fueron de chico, a los cinco años cuando corría en el kartómetro de Mar del Plata.

– ¿Cómo surgió el contacto de Ralf Schumacher?

-La verdad que fue de un día para el otro. Estaba sentado en el sillón de mi casa, prácticamente sin asiento para esta temporada por falta de presupuesto y recibí un mensaje por Instagram de una ID del equipo US Racing, que es muy conocido. Luego vino la llamada de Ralf Schumacher para que vaya a correr con ellos. ¿Increíble, no? Lo mismo si me pongo analizar la situación me parece increíble. Que alguien como Ralf me llame, con lo grande que es.

– ¿Cómo te llevas con Ralf y con David?

La verdad es que me llevo muy bien con los dos. David Schumacher es mi compañero de equipo, lo conocí hace poco, pero ya nos llevamos muy bien, es un chico humilde. Y con Ralf de a poco lo voy conociendo más, pero se hace difícil a veces entrar en confianza con una persona que triunfó tanto en el deporte. Uno siempre le tiene respeto. Es como para un futbolista que te llame Batistuta. Así que con respeto, pero es muy buena la relación.

– ¿Cambió algo en tu vida cotidiana desde que llegaste a Europa?

– No sé bien en qué cambió mi vida cotidiana. Me vine en 2013 con 16 años. Ya pasó mucho, la verdad estoy acostumbrado a estar acá. Para Argentina voy en enero, febrero y marzo, cuando es el receso de temporada en Europa.

– ¿Se te dificulta la comunicación con el idioma?

Como estoy hace tantos años acá, el idioma lo manejo bastante bien. En cada equipo que vayas, sea suizo, alemán o inglés, el idioma base es el inglés; como hay mecánicos, ingenieros y pilotos de todos los países, se habla en inglés que lo manejo bastante bien. Con el italiano también me defiendo, eh (risas).

– ¿Cuáles son tus aspiraciones a corto y largo plazo?

-A largo plazo, como el sueño de todo piloto, especialmente los que venimos a Europa, es llegar a la Fórmula 1. Y mi meta personal es hacer una carrera deportiva en Europa, que es lo que estoy haciendo hoy por hoy y es lo fundamental. Así que todos los días trabajo duro para seguir haciéndolo. En cuanto al corto plazo, la aspiración es quedar en lo más alto posible de la tabla este año en la Fórmula 3. Por el momento es ese, porque me perdí un fin de semana de carreras, ya que no había firmado todavía con el equipo.

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– ¿Qué te parece esta nueva camada de pilotos argentinos en el exterior?

-Lamentablemente no somos muchos en Europa, debemos ser tres o cuatro como mucho, con aspiración a la Fórmula 1. Está Balta (Baltazar Leguizamón), en Estados Unidos, y Sacha Fenestraz que hace poco estaba en Europa (hoy en Japón). Estaría bueno que fuéramos más, pero es difícil.

– ¿Cuál es la dificultad para los pilotos que emigran a Europa para conseguir sponsors?

– Uff, es muy difícil. No sé bien cuál es el motivo, pero no hay mucha política de apoyo al piloto en el exterior, sea privado, del Gobierno, lo que sea. A diferencias de otros países, es muy poco el apoyo a los argentinos. Hay casos como en Brasil, Uruguay, que a veces tienen más política de apoyo que nosotros.

Por: Facundo Estelrrich.