La lucha feminista, en tiempos intensos

Los femicidios, la ley del aborto legal y gratuito, son muchos los temas que giran en torno a las mujeres de nuestro país. En lo […]

Los femicidios, la ley del aborto legal y gratuito, son muchos los temas que giran en torno a las mujeres de nuestro país. En lo que va del año, más de 60 mujeres de entre 19 y 64 años fueron asesinadas, un promedio de una mujer cada 30 horas. En la mayoría de los casos, los autores de los homicidios fueron la actual o ex pareja de la víctima; con un previo hostigamiento, persecución y maltratos, tanto físicos como psicológicos, todos hechos denunciados pero sin ser escuchados, con un desenlace triste y trágico.

Detrás de cada historia, cada familia destruida, niños y adolescentes se quedan sin sus madres, la cifra supera los 3000. Desde el 2015, miles y miles de mujeres se reúnen con la consigna de “Ni una menos”, como protesta en contra del género opuesto. La primera se organizó el 3 de junio en ochenta ciudades de la Argentina; este movimiento también se extendió en Latinoamérica y a lo largo del mundo.

Las marchas se repitieron año tras año, y en ellas, multitudes de mujeres de diversas edades, caracterizadas con vestimenta violeta, color que usaron para representar la lucha, marcharon para pedir justicia por las víctimas y para que de una vez se finalice la violencia machista.

Marcha de ni una menos

 

 

 

 

 

 

 

En el 2018, al tercer aniversario  “Ni una menos” se le sumó el reclamo por la despenalización del abortoDesde entonces, además del violeta, el color que empezó a predominar en cada marcha y cada protesta es el verde. Si bien el elemento principal es un pañuelo, en su mayoría, las mujeres utilizan ese color como referencia a la revolución feminista.

Las promesas por bajar la taza de muerte maternal llevan casi veinte años, pero en Argentina el aborto sigue siendo ilegal. El país está dividido: por un lado están las del pañuelo verde, y por el otro, las del celeste, quienes están a favor de la vida, con el lema “pro vida” y están en contra de la legalización.

Pero a pesar de la disputa, hoy en día, las feministas llevan adelante el movimiento más importante, el que más personas convoca. No sólo se reúnen mujeres, muchos hombres están involucrados en la causa y también utilizan el pañuelo verde,  a favor de la ley.

El debate de la legalización lleva años. En marzo del 2012, la Corte Suprema afirmó que los abortos en caso de violación no son punibles, sin importar el estado mental de la víctima.

La lucha continúo para que todas las mujeres tengan el mismo derecho, pero hasta entonces no había tanta fuerza respecto a este tema; ciertos sectores y organizaciones religiosas lo catalogan como un delito.

A pesar de tantas contras, las mujeres comenzaron a hacerse escuchar cada vez más y con motivos de otras luchas, lograron alzar la voz, es por eso que en el 2018 el tema volvió a tratarse en el Congreso. El 14 de junio, mientras miles y miles de mujeres esperaban en los al rededores del emblemático edificio, la Cámara de Diputados aprobó la media sanción de la ley, con 129 votos a favor, 125 en contra y 1 abstención. Pero el proyecto fue rechazado por el Senado, donde 38 votaron en contra, 31 a favor y hubo dos abstenciones y un ausente.

Esto provocó llanto, furia y desilusión en las mujeres pero nada las hizo bajar los brazos, ya que la lucha continúa. La Campaña Nacional por el Derecho del Aborto Legal, Seguro y Gratuito se volverá a presentar en el Congreso, exigiendo una sanción definitiva en ambas Cámaras.

Agustina Arce