Triple femicidio: detienen a «Pequeño J»

El presunto autor intelectual del triple crimen de Florencio Varela, el joven peruano Tony Jansen Valverde, fue capturado en Lima tras una persecución internacional.

La detención de Tony Jansen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J” en Perú, sindicado como el autor intelectual del atroz triple femicidio de Florencio Varela, representó un quiebre en la investigación. Sin embargo, el traslado del principal sospechoso a la Argentina se ha topado con una estrategia legal para ganar tiempo: el joven narco de 20 años rechazó la extradición voluntaria ante las autoridades peruanas.

Esta negativa es un movimiento táctico de la defensa que obliga a la Justicia argentina a optar por el camino más lento y formal: la extradición judicial obligatoria. Mientras la entrega voluntaria es rápida y directa, el procedimiento forzoso requiere que Argentina elabore un expediente exhaustivo, que debe ser analizado, traducido y certificado, para luego ser evaluado por la  Corte Suprema de Justicia de Perú. Este proceso judicial puede extenderse por varios meses, mientras permanece detenido en un penal de Lima.

La captura de Valverde Victoriano, escondido en un camión que transportaba pescado, no solo puso fin a su fuga, sino que comenzó a revelar su oscuro perfil. «Pequeño J» no es un criminal improvisado; según la investigación, es hijo de un capo peruano que fue asesinado en 2018, y él mismo es un confeso admirador de Tony Montana, el icónico y violento personaje de la película Scarface.

El joven habría llegado a la Argentina en 2020, a los 15 años, y se estableció en el conurbano bonaerense, donde forjó su propia célula dedicada al microtráfico y el sicariato. El joven es señalado por las autoridades como el líder de una organización que aplicaba códigos criminales brutales y sin escrúpulos. A pesar de las pruebas que lo señalan, Valverde Victoriano negó su participación al ser detenido, asegurando: «Yo no tengo nada que ver. Tienen que encontrar al culpable».

La maniobra dilatoria de «Pequeño J» contrasta con la situación de su mano derecha, el argentino Matías Ozorio, que fue capturado en Lima el mismo día y rápidamente devuelto a la Argentina mediante un trámite de expulsión migratoria.

Al ser ciudadano argentino en situación migratoria irregular en Perú, se evitó la burocracia de la extradición. Un avión de la Fuerza Aérea Argentina trasladó de urgencia a Ozorio, quien ya está a disposición del fiscal Carlos Adrián Arribas en Buenos Aires. Su testimonio es crucial, ya que se le imputa haber sido partícipe directo en la escena del crimen, y es una pieza clave para reconstruir el desarrollo de la masacre y la jerarquía de la banda.

La Fiscalía mantiene firme la hipótesis de que el triple femicidio de Brenda del Castillo, Morena Verdi  y Lara Gutiérrez fue un ajuste de cuentas brutal ordenado por «Pequeño J» en el marco de una disputa por el narcotráfico. Se sostiene que las víctimas fueron torturadas y asesinadas como un castigo extremo por el robo o la pérdida de un cargamento de droga o dinero que pertenecía a su banda.

Los cargos que enfrenta Valverde Victoriano son de la máxima gravedad: homicidio agravado por concurso premeditado de dos o más personas, con ensañamiento, alevosía y por mediar violencia de género. Estas figuras penales en Argentina prevén la pena de prisión perpetua. La dilación en la extradición no anula estos cargos, solo exige a la Justicia argentina una mayor rigurosidad y paciencia para llevar al presunto autor intelectual del brutal crimen ante la justicia.

Lourdes Pérez Repetto, 2° A TT