Juan Pacheco y el desafío de entrenar a dos equipos a la vez

Dirige simultáneamente a Universitario de La Plata en la rama masculina y el club Gimnasia y Esgrima Buenos Aires, GEBA, en la rama femenina.

El mundo del deporte está lleno de historias inspiradoras de personas dejaron una huella imborrable en sus respectivas disciplinas. Juan Manuel Pacheco es uno de esos individuos que ha dedicado su vida al hockey, primero como jugador y ahora como entrenador. Su trayectoria en el hockey argentino es un testimonio de pasión, dedicación y perseverancia.

La historia de Juan Manuel Pacheco en el hockey se remonta a sus días como jugador, donde se destacó por su destreza en la cancha, dejando un buen recuerdo en BANADE y en Los Leones, la selección argentina masculina. Su pasión y dedicación por el deporte lo llevaron a competir en los más altos niveles, representando a su país en numerosas ocasiones, como en un Mundial junior y en un Panamericano.

Sin embargo, su verdadera vocación se reveló cuando decidió poner fin a su carrera como jugador y comenzar su camino como entrenador. Empezando como asistente de Agustín Corradini en Las Leonas y como principal del Sub 18 de hockey 5. 

El desafío de dirigir dos equipos, uno en la rama masculina y otro en la rama femenina. Requiere de un equilibrio delicado entre las diferencias en el juego y las dinámicas de equipo entre hombres y mujeres. Sin embargo, Pacheco ha demostrado una capacidad excepcional para adaptarse a estas diferencias y maximizar el potencial de sus jugadores. En su rol como entrenador de Universitario de La Plata en la categoría masculina, él ha inculcado un enfoque disciplinado y estratégico en el equipo. Ha logrado combinar la experiencia adquirida como jugador con su profundo conocimiento táctico para guiar a sus jugadores hacia el éxito.

El desafío de mantenerse en la élite del hockey masculino argentino es constante, pero Pacheco lo afronta con determinación. En GEBA, la historia es igualmente impresionante. El entrenador se ha convertido en un referente para las jugadoras, brindando un liderazgo sólido y un enfoque dedicado. Dirigir un equipo femenino requiere sensibilidad para las dinámicas emocionales y sociales, además de la enseñanza de habilidades técnicas. Pacheco ha demostrado ser un mentor y un modelo a seguir para las mujeres en el hockey, promoviendo la igualdad de género en este deporte. Según él, se encontró con un equipo muy unido y con ganar de trabajar. El entrenador confía en que van por el camino correcto y que tarde o temprano los buenos resultados van a llegar.

Una de las mayores dificultades de dirigir dos equipos es la demanda de tiempo y energía que esto conlleva. Pacheco ha tenido que encontrar un equilibrio entre las exigencias de ambos equipos, asegurándose de estar presente en los entrenamientos, partidos y reuniones de planificación. Su capacidad para gestionar su tiempo de manera eficiente es fundamental para el éxito continuo de ambos equipos. Otro desafío que enfrenta es la adaptación constante a las necesidades cambiantes de sus jugadores. Cada equipo tiene su propia dinámica y personalidad, y el entrenador debe ser flexible en su enfoque de entrenamiento y liderazgo para aprovechar al máximo el potencial de cada grupo. 

Pacheco es un ejemplo destacado de cómo la pasión y el compromiso pueden llevar a un jugador de élite a convertirse en un exitoso entrenador en el mundo del hockey. Su habilidad para dirigir simultáneamente a dos equipos, uno en la rama masculina y otro en la femenina, es un desafío impresionante que demuestra su versatilidad y habilidades excepcionales. El hockey argentino está en buenas manos con Juan Manuel Pacheco como entrenador, y su historia continúa siendo un ejemplo inspirador para todos los amantes de este deporte.

Autor: Joaquín Vera, 2° B, turno mañana