Otra víctima de la inseguridad: un hombre perdió la vida luego de sufrir un robo

José Di Meglio, dueño de una verdulería en Mar del Plata, murió de un infarto luego de que tres ladrones asaltaran su local por la noche.

José Antonio Di Meglio era un hombre de 71 años que trabajaba y era dueño de una verdulería en Mar del Plata entre las calles 12 de octubre y Rondeau, muy cerca del puerto. Se podría decir que vivía en esa verdulería ya que su casa estaba situada en el piso superior, que habitaba con su esposa de 68 años de edad. 12 de octubre es una de las calles más importantes del puerto y por eso los comerciantes se suceden unos a otros en las cuadras que van desde Avenida de Los Trabajadores hasta Padre Dutto.

Pero este sábado 30 de septiembre a las 10 de la noche, mientras di Meglio se encontraba trabajando, tres delincuentes entraron al local donde lo amarraron con precintos, le sacaron las llaves de su casa y se dirigían a la planta superior donde estaba su esposa; en ese momento, el comerciante se descompensó y cayó al suelo empezando a convulsionar. Los asaltantes huyeron en ese momento, y su mujer llamó rápidamente al 911 pero era demasiado tarde: cuando lo asistieron a José, fue declarado muerto a causa de un infarto.

Cuando se le realizó la autopsia se descubrió que el verdulero padecía de problemas cardíacos e incluso previamente se le habían colocado dos sents que son pequeños tubos de malla de metal que se expande dentro de una arteria del corazón. Un stent a menudo se coloca durante o inmediatamente después de una angioplastia y ayuda a impedir que la arteria se cierre de nuevo. Y lo que hizo que José sufriera ese infarto fue la hipertensión que atravesó en el momento del asalto.

La noticia del robo y muerte de Di Meglio se hizo pública por los vecinos de la calle 12 de octubre, que obviamente estaban muy consternados por  lo que pasó; una trabajadora de un supermercado ubicado a tan solo 50 metros del acontecimiento expresó: “Pobre hombre, era de toda la vida de acá. Antes era una zona tranquila, pero ahora está bravo”. Otra empleada de la zona recordó una anécdota sobre un robo y declaró: “Hace poco, a una vecina le entraron en la casa y la golpearon. No la mataron de milagro”. A pesar de que los comerciantes hablan de que suele ser tranquilo el movimiento en las cuadras de 12 de octubre, también admitieron que ya de noche, con los negocios cerrados, el panorama cambia radicalmente. “No se ven policías, y hay robos en la noche en las paradas de colectivos cuando cerramos los locales y volvemos a nuestras casas”, aseguró una joven que trabaja en una panadería.

Otro antecedente similar ocurrió el jueves anterior, cuando un hombre había entrado a robar a una ferretería, aunque en este caso esa persona fue detenida. Una vecina fue golpeada en su casa por unos delincuentes que ingresaron para robarle lo poco que tenía y a un joven lo asaltaron en la parada de colectivo. Pero la muerte de Di Meglio durante el asalto a su verdulería, y su casa arriba del negocio, excede a esos robos “diarios”. “Lo más lamentable es que pase una muerte, porque robos hay siempre”, expresó una mujer que trabajó hace cinco años en un local de 12 de Octubre.

La causa quedó a cargo de la fiscal Andrea Gómez, quien catalogó el caso como homicidio en ocasión de robo. Hasta pasada la medianoche, los delincuentes no había sido identificados, pero los investigadores buscaban testimonios o datos que permitieran determinar su identidad. Ante esto, la funcionaria ordenó que se revisaran las cámaras de seguridad de la zona y las del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) para recrear la ruta de escape de los delincuentes. Ahora la justicia se encargará de buscar a los asaltantes que se encuentran prófugos.

La hipótesis de lo que sucedió en el robo es que los ladrones revolvieron todo el lugar, pero no se llevaron nada y la llave que le sacaron a Di Meglio la soltaron cuando escaparon. Había muy poco dinero en la caja y como vieron que el local estaba abierto se metieron por la parte de atrás para llevar a cabo el hecho.

La esposa de José y sus familiares quedaron shockeados por el trágico suceso. Y por la relevancia de la noticia, el propio intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, se ha puesto en contacto con ellos para estar a su disposición.

Lucio Bonassin, 2°A, TT