Italia recuperó el cetro mundial a pura categoría

Después de 24 años obtuvo el Mundial al superar al bicampeón Polonia en su propia tierra.

Italia se consagró campeona del mundo tras vencer a Polonia en la final. «La Azzurra» se coronó por cuarta vez monarca mundial del vóley quedando segunda en el escalafón de ganadores detrás de Rusia que posee 6 títulos, todos estos cuando jugaba bajo el nombre de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Esta medalla dorada le puso fin a una racha adversa de 24 años, en los cuales Italia no pudo ni siquiera llegar a una semifinal. Fue una espera demasiado larga para una selección que venía de ser tricampeona y que veía como selecciones como Brasil o Polonia le arrebataban el titulo y la condición de «Mejor selección del Mundo».

La selección italiana es reconocida a nivel mundial por ser una de las mejores en cuanto a voleibol se refiere. Es un país de gran tradición en este deporte, y su liga, la Serie A, es de las más aclamadas por el publico, no solo europeo, si no global. Sus equipos locales son habituales en las grandes citas de los campeonatos europeos y la amplia mayoría de jugadores del planeta desean poder jugar en ese torneo, ya que les permite codearse con los mayores exponentes de este juego. Aparte de que se trata de un salto profesional y económico para ellos. Todas estas ventajas generan que los mejores valores de la liga se mantengan dentro del país y no deseen emigrar en busca de mejores posibilidades. Esto posibilita mayor roce y entendimiento entre los jugadores del seleccionado, debido a que están constantemente jugando entre si en el campeonato local, algunos como rivales y otros como compañeros.

El campeonato para la «Azzurra» empezó el 27 de agosto contra Canadá. La selección boreal pretendía en su novena participación dar la talla y poder romper su maleficio en Mundiales (solo superó una vez los octavos de final, en 2014). Pero Italia fue superior, sobre todo en los dos primeros sets y barrió a su rival por 3-0 (25-13;25-18;39-37). El tercer set que hicieron ambas selecciones fue espectacular, ya que pasará a ser uno de los mas largos de todos los tiempos. Europeos y norteamericanos batallaron por casi 50 minutos y configuraron un inolvidable 39-37 a favor de Italia. Los italianos arrancaban de gran manera su búsqueda por el tetracampeonato.

Su segundo encuentro fue 48 horas después ante una nación de su misma confederación, Turquía. País que no participaba de una Copa Mundial desde 1998, curiosamente el año en que Italia levantó su último tìtulo. Los euroasiáticos no parecían un problema para los italianos, debido a que se trata de una selección con muy poca experiencia mundialista y con jugadores de menor nivel que los italianos. La tricampeona ganó con un contundente 3-0 (25-18;25-20;25-22), que permitió reservar fuerzas y no sobreexigirse luego del intenso tercer set frente a Canadá.

El último encuentro fue testimonial para ambas naciones, debido a que una estaba clasificada y la otra ya había quedado fuera. Este partido disputado por China e Italia fue sin dudas, de los mas desparejos del torneo. El 31 de agosto los europeos barrieron a los orientales por 3-0 ganando con comodidad todos sus sets. 25-14;25-10;25-14, para un global de 75-38, lo que colocó a Italia como primera de grupo con un ratio máximo y clasificada como cabeza de serie para los octavos de final.

La ronda de 16 equipos se abrió el 3 de septiembre para los de la bandera tricolor, frente a un durísimo rival, Cuba. La selección caribeña es una de las mejores del planeta, tanto así que han sido podio en 4 oportunidades, razón de 2 medallas de bronce y 2 de plata. Se trataba de una cita de alto riesgo para Italia, que con mucha autoridad y contundencia ofensiva pudo deshacerse de los cubanos con un importante 3-1 (25-21;21-25;26;24;25-22). Los cuartos de final eran una realidad y ahora el rival sería, no solo uno de gran prestigio, si no un clásico regional, Francia.

El 7 de septiembre, franceses e italianos fueron en busca de las semifinales del torneo. El partido fue durísimo para ambas partes, la paridad era máxima en cada sector de la cancha y ninguno de los dos podía sacar una real diferencia. Francia empezó ganando el primer set en donde tuvieron que pasar los 25 puntos para encontrar vencedor.

En el segundo, Italia empardó las cosas con una mínima ventaja de 4 puntos, pero los franceses no se quedaron de brazos cruzados y volvieron a sacar ventajas en el tercer set con un parejo 25-23. El cuarto fue igual de reñido que los anteriores y terminó con victoria italiana 25-22, lo abrió las puertas de un apasionante tiebreak. Este fue mas volcado para Italia que lo resolvió de buena manera con un 15-12. La Azzurra pasó a semifinales ganando un partido mas que duro por 3-2 (24-26;25-21;23-25;25-22;15-12) y bajó a otro gran candidato al título. La esperanza de romper los 24 años de sequía se veía cada vez mas posible.

La confianza del partido ganado ante Francia le dio oxigeno a Italia y mucha motivación para encarar las semifinales, donde Eslovenia era su rival. La selección balcánica representaba todo un reto debido a la altura de sus jugadores (ningún jugador esloveno, exceptuando los líberos, mide menos de 1,90 metros), pero Italia estaba mucho mas fuerte mentalmente que Eslovenia que había llegado a esta instancia eliminando rivales de poca jerarquía y con resultados muy ajustados, aunque la condición de local les generaba una plusvalía que los hacia sobresalir de los demás.

Los azzurri no tuvieron ninguna dificultad y el 10 de septiembre barrieron a su rival por 3-0 (25-21;25-22;25-21). Italia lo lograba, llegaba a la gran final luego de 2 décadas y media y tenia la enorme posibilidad de sumar una estrella a su exitoso palmarés.

El 11 de septiembre en Katowice, Polonia, Italia se codeaba con la gloria en la tan ansiada final. Su rival no podía ser el peor, le tocaba la bicampeona Polonia y para complicar mas la cosas, los polacos eran anfitriones de la cita (organizaron el mundial junto a Eslovenia).

El encuentro fue sin ninguna duda parejo, tanto así que Polonia empezó ganando el primer set, aunque por solo 3 puntos de diferencia. Italia asumió el golpe y respondió con alta categoría, revirtió la imagen en el segundo set venciendo con un ajustado 25-21. El tercero fue el clímax de nivel para La Azzurra, que con un gran estilo ofensivo y una defensa capacitada, ganó con comodidad por 25-18. La diferencia ya estaba plasmada e Italia a un paso de la corona.

El último set volvió a detonar a una Italia superior, que con una diferencia de 5 puntos se llevo el set, el partido y el titulo. Los italianos fueron campeones del mundo con un contundente 3-1 (22-25;25-21;25-18;25-20) y levantaban el máximo trofeo del vóley luego de muchos años de espera. El aliciente de un gran campeonato donde solo cedieron 4 sets y vencieron en la final al actual bicampeón y anfitrión. Un título para Italia que pasara a la historia de este deporte.

 

Nicolás Benítez, Segundo B, Turno Mañana.