La salud mental de los futbolistas, una señal de alerta y preocupación

El 38 por ciento de los futbolistas del mundo sufren de depresión. Trastornos que pocas veces son detectados pero que generan una problemática.

Es cierto que en los últimos años han aumentado los casos de depresión y ansiedad dentro de las canchas.

Pero para eso tuvieron que pasar casos que sorprendieron a todo el espectador del fútbol, por eso hace varios años que en los planteles hay un psicólogo/a o un psicoanalista.

El caso que más conmovió a la sociedad fue el de Santiago “Morro” García, jugador de Godoy Cruz, quien decidió quitarse la vida en Febrero del 2021.

El delantero uruguayo se encontraba bajo tratamiento psicológico y psiquiátrico, por el nivel de depresión que estaba arrastrando ya hace meses, esto se desencadenó a partir de su bajo rendimiento en las canchas y el alejamiento de su hija, la cual vivía en Uruguay, por lo que era imposible que se frecuenten sus visitas, todo esto transcurrió durante la pandemia llevada a cabo en el año 2020.

Días antes de la tragedia, José Manzur ,presidente del Tomba, había declarado que García era un “líder negativo” dentro del plantel, además agregó: “Lo voy a hacer correr por el pasto”, en tono de burla refiriéndose al peso del delantero.

Casos como este se encuentran todos los días, y no son conocidos porque no tienen la relevancia que se debería llevar a cabo respecto a este tipo de situaciones.

Además hay que resaltar que son enfermedades silenciosas, las cuales van aumentando dentro del ambiente futbolístico, porque no es solo jugar con la pelotita sino que también se basa en que los deportistas tengan una contención psicológica, ya que se encuentran muy expuestos en la sociedad, que cada vez se transforma con más crueldad.

Se tiene que afrontar desde las inferiores de cada club, ya que no es fácil para algunas personas dejar su casa e ir a cumplir su sueño lejos de sus seres queridos, requiere de una fuerza mental que sobrepase el deporte. 

Comúnmente en los programas deportivos no es hablado, pero cuando ocurre se hacen llamar todos especialistas en la psicología y lo lamentan lo sucecido circunstancialmente. Y después vuelven a sus cuestiones cotidianas, pasando por alto la situaciones graves.

Agustina Sandoval, 2B,TT.