Bromell ganó el primer gran duelo del año entre los reyes de la velocidad

Se impuso en los 100 metros de la Diamond League de Eugene, pero sin batir la mejor marca del año ni su mejor tiempo esta temporada.

Trayvon Jáquez Bromell es un atleta estadounidense especializado en eventos de velocidad
Trayvon Jáquez Bromell es un atleta estadounidense especializado en eventos de velocidad

El velocista estadounidense Trayvon Bromell, de tan solo 26 años, se impuso este sábado, con un tiempo de 9.93 segundos, en la final de los 100 metros de la reunión de Eugene, es la tercera cita de la Liga de Diamante. Este logro lo motiva y le genera más ganas de seguir adelante, en busca de sus objetivos y metas y busca convertirse en el rey de la velocidad en los Mundiales que se disputarán en julio en Oregon, Estados Unidos.

Bromell no solo se dedica al deporte, también es estudiante de negocios. Su familia y él tienen que estar orgullosos de haber logrado tantos objetivos, es un deportista con una gran velocidad y tiene fuerzas y energías para recuperarse de las lesiones. Es una persona humilde, todo lo contrario a la mayoría de velocistas, a quienes siempre se los observa retando a la cámara, haciendo gestos, se ve un trabajo psicológico, ante los demás. Pero Bromell, no hace nada, siempre se muestra frío y feliz.

Cuando se disputó la final mundial de Pekín, su mirada tímida, como la de un nene, parecía estar pidiendo perdón por estar en la élite, un deportista cumpliendo su sueño. En la pista, luego, deslumbro a toda velocidad. Nació en los suburbios de Saint Petersburg, en Florida, donde abundan la pobreza y la violencia, un lugar donde muy pocos pueden soñar con progresar, donde los sueños se ven inalcanzables. Pero él vio a su mejor amigo ir a la cárcel y agradece a su madre por haberle llevado por el camino correcto. Su mayor rival, Noah Lyles, tiene una historia parecida, tan expresivo en la alegría por sus éxitos.

En la final de los 100 metros de la reunión de Eugene, el tiempo que consiguió Bromell no le sirvió para sacar la mejor marca mundial del año, 9.85, obtenida por el keniano Ferdinad Omanyala. Y tampoco pudo superar su mejor registro, que fue de 9.92 que firmó el 12 de mayo en Ponce (Puerto Rico), pero que sirvió para el estadounidense para dar un golpe de autoridad en esta disciplina.

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