El exitoso Jey Mammon

Los Mamones se ha convertido con toda justicia en uno de los programas más llamativos de la televisión argentina, y uno de los más vistos […]

Los Mamones se ha convertido con toda justicia en uno de los programas más llamativos de la televisión argentina, y uno de los más vistos en su canal de emisión. El estreno de esta propuesta conducida por Jey Mammon se produjo en verano, temporada en la que generalmente se rellena la grilla de muchos programas, pero esta edición logró hacerse un lugar en la programación anual.

En cuanto a la esencia del programa, se basa en que cada noche una figura invitada comparte una charla distendida con el conductor, hay un momento en el que el personaje convocado recibe un mensaje de algún allegado, también una sección de preguntas que se responden por sí o no, y un momento esperados por todos junto a Jey Mammon al piano interpretando clásicos populares con cada personalidad. Lo que dijo el conductor fue lo siguiente  «A mi me gusta entrevistar, hacer música, conducir. Tengo un programa donde me siento a gusto, no me importa si lo hago bien o mal, estoy contento porque puedo hacer lo que realmente me apasiona. El piano estuvo desde que arranqué para que hiciera las presentaciones musicales. El primer día fui directo ahí porque estaba Nati Oreiro de invitada, no había forma de no hacerlo. Ahí fue cuando se generó ese ida y vuelta con los invitados», sostuvo.

En ese momento, el piano se convirtió en uno de los compañeros y protagonistas de cada noche en el ciclo del flamante conductor, donde el público aguarda ansioso que lleve a los entrevistados a cantar. «No solo voy con los que saben, sino con todos, eso es lo interesante. La gente que no canta se pone en un rol de karaoke improvisado. Eso me gusta y me lo dicen todo el tiempo. La gente disfruta del momento en el piano. El Cantando me empezó a dar eso y ahora la música es un elemento más en donde apoyarme», añadió. 

 

Natalia Oreiro junto a Jey Mammon cantando en el piano por primera vez.

La clave del éxito de Los Mamones está precisamente en la calidez, frescura y simpatía de su conductor junto a todos los famosos que pasan por su sillón. Se genera un ambiente en el cual los invitados se sienten cómodos. Y eso persiste en los televidentes que también ven esta calidez, y terminan apoyando al programa. Eso es lo que transforma a este programa en un querible hallazgo en medio de una televisión argentina que muchas veces es rechazada por la cantidad de arrogancia y cinismo. El hecho de que varias figuras que habitualmente no asisten a otros programas, se muestran cómodas en el ida y vuelta con Jey, es un gran mérito del líder de este ciclo que entiende de pudor y respeto por la privacidad del invitado.

El merecido éxito de Los Mammones es un cariño a los televidentes, y esto confirma que si los canales le suman más empatía y calidez que odio a sus contenidos, habrá un buen número de espectadores dispuestos a acompañar esas nuevas propuestas dándoles un gran rating.

 

Oliva Antonella 2ºA.