Incendios forestales: cuando el hombre maltrata su propia casa

Que difícil se hace entender, en muchas ocasiones, la mente del ser humano. En vez de cuidar, enriquecer el suelo que transita y le da […]

Que difícil se hace entender, en muchas ocasiones, la mente del ser humano. En vez de cuidar, enriquecer el suelo que transita y le da de comer, lo destruye. Ya sea para beneficio propio o por negligencia, la verdad está en cada oportunidad en que leemos y vemos cómo desaparece el paisaje, eso que le da esencia a nuestro ambiente.

Pero lo que le da la naturaleza, el hombre lo destruye. ¿Conocerán esas personas los daños que generan? ¿Tendrán conciencia de la cantidad de ciudadanos que pueden perder su trabajo o su casa? ¿Estarán pensando en la cantidad de animales que matan por sus incendios? O mejor aún, ¿Habrán levantado la vista alguna vez y vieron lo mal que se ve un cerro en llamas o una granja en llamas? Al parecer, no. Cada vez son más frecuentes estos actos. Como hace un par de semanas, en San Luis, cuando un incendio forestal originó días sin clase, gente abandonando sus casas y el temor de que algo más grave pudiera pasar. En dialogo con Pirámide Invertida, Ignacio Barcala, un joven bombero voluntario puntano que suele luchar contra los gigantes de fuego creados por el hombre, habló sobre el origen frecuente de estos hechos: «El factor principal de cualquier tipo de incendio es la negligencia del hombre, ya sea por descuidos o falta de mantenimiento en casas, autos o industrias y falta de picada cortafuego. Pero en los incendios forestales se utiliza mucho como herramienta para desmontar grandes campos, algo totalmente prohibido» declaró. Esto afecta a todos y tenemos que tomar conciencia de eso; no es sólo de uno o dos personas, sino la población en general. Resulta raro entender el accionar de quienes lo hacen. Ignacio agregó: «Los campos terminan afectados porque se pretende desmontar los lindantes y por eso gran cantidad de animales deben huir porque terminan quemados o porque se ven desplazados de su hábitat natural».

El trabajo de los bomberos en estos eventos, casi habituales, es arduo. Días y noches pueden estar combatiendo las llamas, pero no son los únicos que lo hacen. Los vecinos y el clima tienen mucho que ver en esto y el joven lo recuerda: «Por lo general, extinguir totalmente los grandes incendios puede llevar varios días. En este último tiempo, hemos estado, por lo menos, dos o tres días, pero eso varía mucho por la zona, el clima… La lluvia nos alivia un montón. La cantidad de personal disponible es otro motivo de la duración en un gran incendio». Y añadió: «La gente colabora muchísimo, tanto alcanzando donaciones como, en el caso de los vaqueanos de la zona, guiándonos o colaborando con el combate al incendio».

Esto no sólo nos perjudica a nosotros como sociedad y todo nuestro alrededor, sino también al medioambiente; es por eso, entre otras cosas, que se ven cambios climáticos todo el tiempo. Para concientizar, Ignacio agrega: «Seamos conscientes de los daños medioambientales y perjuicios que se producen por descuidos o negligencia. Los gastos de recursos humanos y materiales son incalculables».

Facundo Olguín y Noelia Boschiero