Lo que está detrás -o dentro- de las fiestas electrónicas

La tragedia sucedida en la fiesta electrónica “Time Warp”, el 16 de abril pasado, continúa dando que hablar y se sigue investigando. Las víctimas fueron Andrés […]

La tragedia sucedida en la fiesta electrónica “Time Warp”, el 16 de abril pasado, continúa dando que hablar y se sigue investigando. Las víctimas fueron Andrés Valdez (23 años), Bruno Boni (20), Francisco Bertotti (21), Martín Bazzano (22) y Nicolás Becerra (25). Mientras que en el Hospital Fernández se encuentran internados Micaela Polivoy (20 años), Leandro Espinoza (19) y Nicolás Laitán (23), aunque están “estables” y respiran por sus propios medios. Mientras que Damián Sedeillán, (17) ya fue dado de alta.

Las muertes fueron causadas por un edema pulmonar con paro cardiorrespiratorio provocado por la ingesta de una pastilla llamada “Superman”. Estas píldoras contienen la sustancia PMA también conocida como PMMA (parametoxianfetamina). Y se cree que los fallecidos tomaron la pastilla pensando que era éxtasis, pero la “Superman” es hasta 10 veces más potente. En los últimos años fueron responsables de más de 100 muertes y ahora la mayoría de los fallecimientos que se le atribuyen al éxtasis son, de hecho, causadas por PMA y PMMA, afirmó el psiquiatra inglés David Nutt. Su origen proviene de países como Bélgica y Holanda. Pero rápidamente esta pastilla comenzó a dejar victimas, ya que en 2014 fallecieron cuatro jóvenes en Inglaterra.

Sin embargo, esta droga se siguió expandiendo por toda Europa. En España advirtieron que se estaba propagando y comenzaron a concientizar sobre sus consecuencias. Mientras que en Florida (EE. UU.), la pastilla mató a seis jóvenes que fallecieron entre julio y septiembre de 2015.

La “Superman” produce varios efectos neurológicos (con una sola dosis) como convulsiones, agitación, movimientos involuntarios como parpadeos, desvíos de la mirada, entre otros. A partir de la ingesta de dos pastillas, se añaden los efectos cardiológicos: taquicardias, severas arritmias e infartos.

Además, otro factor que la hace aún más peligrosa es que tarda cerca de 45 minutos en hacer efecto y, como el consumidor cree que no lo afectó, suele repetir la dosis, que es lo que se cree que sucedió con los fallecidos en la Time Warp.

 

La investigación demostró que en la fiesta había casi el doble de personas que permitía la habilitación de la Agencia Gubernamental de Control (AGC). El Gobierno Porteño autorizó una capacidad de 13 mil personas. La Justicia confirmó que a las 6.30 AM había 20.490 personas adentro. Es decir, 7.490 más de las que deberían haber entrado. Un hecho que producirá más novedades y que debe ser esclarecido a fondo.