Entre el trabajo y el estudio

La mayoría de los jóvenes del interior del país, al terminar la secundaria, toman decisiones difíciles para poder crearse un mejor futuro. Estas decisiones consisten […]

La mayoría de los jóvenes del interior del país, al terminar la secundaria, toman decisiones difíciles para poder crearse un mejor futuro. Estas decisiones consisten en irse a las ciudades más importantes del país, tales como C.A.B.A., Córdoba, Mendoza u otras, en busca de las mejores universidades y también de trabajos que por ahí, en su ciudad de origen, no consiguen.

Un claro ejemplo del tema es el de Juan Ignacio Laterza. El joven de 20 años, al terminar la escuela secundaria decidió irse de su querido Puerto Madryn (Chubut), no para seguir con sus estudios terciarios sino para trabajar de lo que más le gusta, el básquetbol.

Pirámide Invertida charló con él, en busca de que cuente sus nuevas sensaciones al vivir lejos de su familia para cumplir su sueño: “Estoy disfrutando mucho el día a día, me siento muy enfocado en mi trabajo, entonces se hace mucho más fácil. Obviamente que se extraña a la familia, pero es a lo que siempre me quise dedicar; entonces teniendo esta oportunidad hay que aprovecharla y disfrutarla al máximo”, señaló. También comentó cuál fue el factor fundamental por el cual decidió alejarse de sus seres queridos y amigos: “La razón por la que me tuve que ir de mí ciudad es porque ni allí, ni en sus alrededores, había equipos profesionales, y yo solo quería competir a nivel profesional”. En la temporada pasada, Nacho militó en Huracán de Trelew, equipo que tuvo que vender la plaza del TNA por problemas económicos del club y ciudad (http://www.piramideinvertida.com.ar/index.php/2017/06/24/huracan-de-trelew-puso-en-venta-su-plaza-en-el-tna/).

 

Laterza junto a Bautista, Karina y Marcelo, su familia

Al terminar la secundaria, él, cómo la gran mayoría de sus compañeros de curso, tuvo que decidir sobre su futuro. Todos, menos el, se abocaron al estudio: “Ahora no tengo en la cabeza estudiar, pero en algún tiempo seguro estudie algo, pero a distancia. Porque mi prioridad siempre va a ser el básquetbol, es la vida que elegí”, explicó. Lo que él eligió no fue de un día para el otro, su familia esta muy relacionada con el básquetbol. Su padre es un reconocido entrenador de la provincia de Chubut, y desde muy chico a Nacho le vieron las cualidades necesarias para ser un gran jugador: “Me crié en una cancha de básquetbol, por mi papá, y desde muy chiquito siempre soñé con ser jugador profesional y poder vivir del deporte que me gusta. Es por eso que siempre busqué estar preparado para cuando llegara la oportunidad de jugar en un equipo profesional, y por suerte se me dio de bastante chico”.  El debut profesional de Nacho fue en 2014, en Huracán de Trelew, donde jugó durante 5 años, y luego de la venta de la plaza recibió ofertas de varios clubes para seguir su sueño. Y hoy en día es parte del club Ciclista Juninense, donde es el base titular de un equipo muy joven que busca dar pelea en la nueva Liga Argentina, organizada por la Asociación de Clubes de Básquetbol.

Antes de despedirse, Laterza contó cual fue para el la receta de su éxito: “El trabajo diario fue lo fundamental, y más a medida que fui creciendo, gracias a eso se me fueron dando las posibilidades, que voy aprovechando poco a poco”.

Elias Cardozo Bernal e Ignacio A. Jara