El calendario imposible: cada vez más competencias y menos descanso

El fútbol no para de agregar torneos, y los jugadores están llegando al límite físico y mental.

Rome, Italy 12th February 2022: Manuel Lazzari of SS LAZIO injury during the Italian Serie A 202122 football match between S.S. Lazio and Bologna FC at the Olimpico Stadium

La vida del futbolista de élite es a veces agitada. Entre la Champions, la Nations League, los partidos de liga cada fin de semana y las copas locales, el tiempo para respirar (o para entrenar de verdad) es casi un sueño. El resultado es una bomba de tiempo que tiene a los jugadores al borde del colapso físico y de una lesión grave.

¿A quién no le gusta ver los partidos de Champions entre semana? Es el plato fuerte, la máxima exigencia. Pero hay que pensar que si un equipo llega lejos, son al menos 13 partidos de mucha intensidad repartidos en pocos meses en una sola competencia.

A esto hay que sumarle lo principal: la liga en la que juegan. En España, Inglaterra, Italia o Alemania, la pelea por el título o por entrar en puestos de copa es semana tras semana. ¿El descanso? A veces dos o tres días. Y cuando esos días caen entre un martes de Champions y un sábado de liga, la recuperación real es casi nula. Los técnicos no pueden rotar siempre, porque cada punto es oro, y los jugadores sienten la presión de no fallar cuando el DT los necesita.

Pero si creemos que eso era todo, llega otra competición: las selecciones nacionales. Ahora con la llegada de la Nations League en Europa y el constante calendario de Eliminatorias, esos parones son mini-torneos con partidos muy serios y obligatorios. El jugador viaja a otro país, juega dos partidos intensos y al aterrizar de vuelta en su club, ya tiene que pensar en el partido del fin de semana.

El impacto más cruel de esta sobrecarga son las lesiones musculares, y todavía peor si son graves. Los músculos no dan abasto, se fatigan por la falta de recuperación adecuada y terminan rompiéndose. No es casualidad que las roturas de ligamentos o desgarros sean en los tramos finales de las temporadas o tras las ventanas de selecciones. Un jugador de 20 millones de euros, esencial para el equipo, puede estar parado sin ruedo de juego seis meses solo por no haber tenido un descanso lógico entre un partido y otro.

Cambio!

Al final, la víctima es doble: el jugador, que se desgasta y acorta su carrera, y el hincha, que termina viendo versiones disminuidas de los jugadores por la fatiga o directamente tiene que verlos lesionados. Es momento de que las grandes organizaciones se sienten a negociar un calendario más humano y sostenible.

Tomás Laplana. 3ºB, TN.