La cuarta jornada de la Champions League 2025/26 dejó un panorama más claro en esta inédita fase de liga con 36 equipos. Algunos gigantes ya parecen tener asegurado su boleto a los octavos de final, mientras otros viven horas decisivas en su lucha por mantenerse con vida en Europa. Cada punto empieza a valer oro y los márgenes de error se achican a medida que se acerca el cierre de la primera parte del torneo.
El Bayern Múnich volvió a demostrar por qué es uno de los candidatos más firmes al título. Con cuatro triunfos en igual cantidad de presentaciones, el conjunto alemán lidera la tabla con 12 puntos y una autoridad que intimida. Vincent Kompany, en su primera gran prueba al mando del club bávaro, logró un equipo que combina eficacia y solidez, y que parece decidido a encarar los cruces de octavos sin sobresaltos. No muy lejos aparece el Arsenal, también con puntaje perfecto y un fútbol convincente que lo mantiene entre los tres mejores del certamen. El Inter de Milán completa este tridente de líderes invictos, reafirmando la buena línea mostrada desde el inicio de la temporada.
El Manchester City, campeón vigente, sigue firme en la persecución con 10 puntos. Guardiola ha sabido administrar esfuerzos y rotaciones sin que su equipo pierda competitividad. Los ingleses no brillan tanto como en ediciones anteriores, pero transmiten la sensación de controlar cada partido con la precisión de un reloj suizo. Detrás, se encuentra el pSG de Luis Henrique y el Newcastle United que emerge como la gran revelación de la competencia. Con nueve puntos y una diferencia de gol de +8, los dirigidos por Eddie Howe combinan intensidad, orden y contundencia. Otro equipo inglés que celebra es el Tottenham, que llegó a ocho unidades tras golear al Copenhague y se ilusiona con meterse entre los ocho primeros.
Del otro lado del mapa aparecen los que necesitan reaccionar de inmediato. El Atlético de Madrid, con apenas seis puntos, no termina de convencer y deja la sensación de que cada jornada se juega una final. El conjunto de Diego Simeone se muestra intermitente y depende demasiado de sus individualidades para encontrar soluciones. La Juventus atraviesa una situación aún más delicada: con tres puntos en cuatro fechas y su continuidad pende de un hilo. El equipo de Turín perdió la solidez defensiva que solía caracterizarlo y carece de claridad en ataque. En una línea similar se encuentra el Villarreal, que con un solo punto está prácticamente condenado a un milagro deportivo.
Entre los que se mantienen en la cuerda floja también aparecen pesos pesados. El Barcelona, pese a tener siete puntos y una diferencia de gol favorable, no consigue transmitir seguridad. Las actuaciones irregulares lo mantienen en una zona incómoda, donde un tropiezo puede costarle caro. El Chelsea vive un escenario semejante: suma la misma cantidad de unidades, pero con un saldo goleador menor, lo que podría jugarle en contra en caso de empate en puntos. Atalanta, en tanto, también con siete puntos, sufre por su fragilidad defensiva y corre riesgo de quedarse sin margen en las próximas fechas.
El nuevo formato de la Champions obliga a todos a repensar sus estrategias. Los ocho primeros equipos de la tabla general avanzan directamente a octavos, mientras que los ubicados del noveno al vigésimo cuarto deben jugar un playoff para mantener el sueño europeo. Las simulaciones indican que alcanzar los nueve o diez puntos se perfila como el umbral de seguridad para evitar sobresaltos, por lo que cada partido se convierte en una verdadera final.
Con cuatro jornadas por delante, la tensión empieza a sentirse en los grandes vestuarios del continente. Los que arrancaron con paso firme intentarán sostener el ritmo para asegurar su clasificación sin depender de nadie. Los que se durmieron deberán reaccionar ya si no quieren quedar fuera del torneo más exigente del mundo. La Champions entra en su fase decisiva: esa en la que los gigantes confirman su estatus o se despiden antes de tiempo, y donde cada gol, cada punto y cada detalle pueden cambiar el destino de toda una temporada.
