En noviembre la Liga de Vóleibol Argentina (LVA) arranca con un cambio de escenario: la temporada 2025/26 se abre con dos tours consecutivos en Tucumán (Monteros y San Miguel de Tucumán), una decisión que sintetiza la voluntad de federalizar la competencia y acercar la elite a provincias que viven el voley con pasión.
El calendario confirmado por la Asociación de Clubes Liga Argentina de Vóleibol (ACLAV) mostró diez equipos que prometen peleas intensas: Ciudad Vóley (defensor del título), River Plate, Boca Juniors, San Lorenzo, Vélez Sarsfield, Defensores de Banfield, Monteros Vóley, Tucumán de Gimnasia, Waiwen y el regreso de UPCN San Juan tras unas diferencias con la ACLAV por las cuales había renunciado el año pasado y luego de consagrarse en la Liga Nacional FeVA.
El formato continúa basándose en la dinámica de tours que la liga adoptó en los últimos años: la fase regular se disputará en etapas concentradas —fechas sucesivas en ciudades sede— con partidos “mano a mano” intercalados y una definición final en llaves de ida y vuelta. Esa idea busca reducir viajes, potenciar la experiencia del espectador local y darle ritmo televisivo a la competición, que este año amplía su cobertura con Fox Sports y plataformas de streaming.
El arranque tucumano no es casualidad: los Tour 1 (entre el 6 y el 9 de noviembre) y Tour 2 (entre el 20 y el 23 de noviembre) colocan a la provincia como epicentro de la temporada y dan visibilidad a clubes del norte que, en los últimos años, han ganado masa social. A eso se suman tours programados en San Juan, AMBA, Comodoro Rivadavia y CABA a lo largo de la primera parte del torneo, una grieta estratégica entre sedes que favorece la descentralización.
Comparar con 2024/25 ayuda a entender el mapa: Ciudad llega como tricampeón (2022/23, 2023/24 y 2024/25) y parte como favorito gracias a la continuidad del cuerpo técnico y la columna vertebral del plantel, algo poco frecuente en el deporte argentino contemporáneo. En contraste, otros clubes apostaron fuerte en el mercado: UPCN regresa con fichajes de peso —el brasileño Matheus Alejandro y varias incorporaciones nacionales— que le devuelven jerarquía y expectativas de podio; mientras Ciudad confirmó incorporaciones como el joven Bautista Danna para cerrar recambios tácticos en alta competencia.
El mercado de pases dejó varias señales: UPCN no solo sube a la categoría, sino que lo hace con una política de refuerzos que mezcla experiencia internacional y juventud local; River y Boca mostraron movimientos estratégicos en armadores y receptores; y clubes del interior aprovechan la visibilidad para cerrar préstamos y fichajes de jugadores que buscan rodaje en primera línea. El mercado parece equilibrado entre nombres consagrados y la emergencia de nuevas “perlas” Sub-23 que aspirarán a pelear minutos y ganarse una plaza en la Selección.
¿Qué se espera en lo deportivo?
Ciudad parte con la presión lógica de revalidar, pero la fórmula del “tour” iguala la cancha: la concentración de partidos en ventanas cortas exige planteles profundos y una gestión de cargas impecable. Equipos como UPCN, San Lorenzo o River cuentan con volumen físico y experiencia para pelear mano a mano; otros (Monteros, Tucumán) jugarán de locales en los dos primeros tours, con apoyo de su gente y la posibilidad real de sumar puntos clave. La variable determinante será la rotación: quien administre mejor los minutos y evite lesionados llegará con más opciones al tramo final.
La LVA es, además, una vitrina mediática creciente. La transmisión ampliada y la apuesta por tour-events permiten vender producto local a sponsors y dar espacio a experiencias de matchday (fan zones, activaciones). Para las provincias sede es una inyección económica y simbólica: visitantes, ocupación y la chance de mostrar infraestructura para futuros eventos.
Matías Expósito, 2° B, turno mañana

