Jannik Sinner conquistó el título del Six Kings Slam por segundo año consecutivo

En una final intensa y con mucho en juego, el italiano superó a Carlos Alcaraz por 6-2 y 6-4 en Arabia Saudita, en una nueva muestra de que su rivalidad está marcando el tenis de esta generación.

En un nuevo duelo entre los mejores tenistas de la actualidad, el italiano Jannik Sinner se quedó por segundo año consecutivo con el título del Six Kings Slam tras vencer en la final al español Carlos Alcaraz por 6-2 y 6-4 en Arabia Saudita.

El torneo ofreció este año un cartel de lujo con seis de los mejores jugadores del circuito. En la final, se repitió el duelo del año anterior, una rivalidad que ya se venía forjando con una intensidad creciente. En Riad, frente a su rival más directo de esta generación, Sinner volvió a jugar como un número uno.

Este no fue el primer encuentro entre los titanes de la nueva generación. En total, disputaron un total de 15 encuentros, de los cuales el italiano ganó 5, mientras que Alcaraz se impuso en los otros 10.

Desde el arranque de este nuevo encuentro, el italiano jugó con una calma impresionante. Con saque firme y cero complicaciones, en el tercer game ya le había quebrado el servicio al español, y a partir de ahí manejó el partido con frialdad y enfocado. En cambio, Alcaraz empezó algo incómodo, un poco apurado y sin encontrar huecos en la defensa contraria. En apenas veinte minutos, el marcador estaba 4-1 a favor de Sinner, y con eso dio a entender que la noche iba a ser corta.

El primer set fue rápido: 6-2, con el italiano dominando los aspectos del juego. No solo jugó bien, sino que se mostró implacable, sin fallos. Cada vez que Alcaraz buscaba un punto largo, lo cortaba con una aceleración limpia. En el segundo set, el español se soltó un poco más, empezó a conectar sus golpes de derecha y también a usar al público en su favor, con ese estilo tan efusivo que tiene, de gritar cada punto y levantar los brazos.

En el 3-3 llegó el momento clave: un par de devoluciones profundas, un error de Alcaraz y break para el italiano.

Después de eso, solo quedaba cerrar, y lo hizo con la misma calma con la que empezó: 6-4, partido y título.

Este título en Arabia Saudita no da puntos ATP, pero para Sinner puede significar mucho más que eso. En los últimos meses había perdido un poco de ritmo, con algunas lesiones, resultados flojos y un par de torneos en los que no se lo vio tan confiado. Pero en Riad todo encajó de nuevo, ya que se movió ligeramente, pegó fuerte y jugó con la misma calma que tenía cuando llegó al número 1.

El triunfo puede ser el impulso que necesitaba. Aunque el ranking no cambie mañana, la cabeza sí lo hace. Necesitaba una noche como esta para recordar que su mejor versión sigue intacta. Ganar y hacerlo con tanta autoridad, lo deja bien parado para lo que viene, el final de temporada y el arranque del próximo año, donde puede volver a pelear por el primer puesto del ranking.

Y si hay algo que se notó en Riad, es que no solo quiere volver al número uno, sino que sabe cómo hacerlo. Ya lo logró una vez y su juego sigue siendo igual de efectivo. Cuando está concentrado, sus rivales simplemente no encuentran huecos.

Hay algo propio en cómo Sinner gana estos partidos. No necesita gritar ni hacer gestos, juega con una expresión de calma, sin apuros. Esa frialdad que a algunos fanáticos les puede parecer distante, en realidad es su mejor arma: cuando el partido se pone tenso, él no se altera, y esa calma fue lo que lo separó de su rival en esta final.

Cuando levantó el trofeo y saludó al público, dio la sensación de que lo que más disfrutaba no era el premio, sino volver a sentirse invencible, y en el tenis eso vale más que cualquier cheque.

Si algo dejó claro esta final, es que el trono del tenis masculino no tiene dueño permanente. Pero Sinner, con su juego exacto y la frialdad que lo caracteriza, ha vuelto a poner su nombre en la puerta del número uno. Y lo hizo como más le gusta, dejando que su tenis hable por él.

 

Katherine Céspedes – 2°A Turno Mañana