Campeón de la NBA en 2023, MVP de las finales, mejor jugador de la temporada en múltiples ocasiones, seleccionado para el All Star y el mejor quinteto de la liga varias veces, el serbio Nikola Jokic es uno de los mejores jugadores de la competencia de básquetbol más importante y mediática del mundo. Pero, no siempre todo fue color de rosas para él.
Sobre su infancia, se ha referido en varias ocasiones que recuerda haber crecido entre sirenas y refugios antiaéreos, viviendo prácticamente en la “oscuridad”. Y es que el contexto social no era favorable, ya que él nació un 19 de febrero de 1995 en Sombor, Serbia (Yugoslavia en aquel entonces) en el marco del conflicto bélico de los Balcanes que terminó con la disolución de esa república, por lo que defiende los colores serbios con los cuáles fue medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
El “Joker”, como lo apodaron, es una personalidad atípica en el mundo de la NBA, por diferentes razones. Primero, porque su principal afición de joven no era el básquet, sino que también jugaba al fútbol y sobre todo era y es gran fanático de los caballos de carrera. Al hablar sobre ese gusto, dijo: “El caballo es como un amigo, es algo que hacía cuando tenía 14 o 15 años… Simplemente admiro su belleza, como corren. Es algo que me agrada y me calma”.
Otra prueba de que en su juventud, tomaba el básquet como un pasatiempo es que llegó a admitir que tomaba hasta 3 litros de Coca-Cola por día, por lo cual su estado físico no era el mejor. A pesar de eso, en los torneos juveniles se destacaba y era una especie de anomalía, ya que no era normal resaltar tanto con ese tipo de hábitos. A sus 18 años, fue descubierto y fichado por el KK Mega Vizura de la Liga Adriática, situación que hizo que sus hermanos lo motivaran a ir a fondo con el deporte y que cambie su dieta, lo que dio completamente resultado, llegando a ser el MVP de aquella liga en 2015.
En 2014, con 19 años, tenía todo arreglado para irse al Barcelona, pero la noche que se iba a cerrar el traspaso jugó un muy mal partido y el pase se cayó. También había despertado el interés de la NBA, y fue seleccionado en el Draft del mismo año por los Denver Nuggets, aunque se quedó un año más en Serbia antes de ir a los Estados Unidos, donde debutó en 2015 y fue considerado como “jugador de recambio”.
Su físico generaba dudas, ya que sus 2.11 metros de altura estaban acompañados con 130 kilogramos de peso que lo hacen un jugador bastante corpulento. Por ende no es muy rápido ni un gran saltador, pero a base de entrenamiento y talento, logró disipar todos esos cuestionamientos. Es un dominante cazador de rebotes, y también es considerado uno de los mejores pasadores de todos los tiempos. Su estilo de juego es especial para ser pívot, ya que se basa en la inteligencia y visión de juego, de ahí el apodo “Joker”.
En 2023, logró una hazaña que quedará en la historia de su franquicia. Fue parte fundamental para el primer campeonato de la NBA para Denver y además se llevó el MVP de las finales. Ha llevado al equipo a otro nivel de reconocimiento, y ha ganado varios premios al jugador más valioso de la temporada, en un conjunto que no tenía un gran mercado. En la ciudad ya es un ícono, siendo reconocido con murales en diferentes lugares.
La fama y el reconocimiento no son cuestioneso que disfrute al máximo, ya que es considerado en el mundo del básquet como una figura humilde y discreta, además de no tener redes sociales. Así lo demostró en la consagración de Denver hace 2 años, donde en la rueda de prensa fue consultado por sus expectativas para el desfile de celebración y se mostró fastidioso al enterarse de ese evento: “¿La caravana es el jueves?, no, necesito irme a casa”. Además, también se enojó por la cantidad de mensajes que le llegaban a su celular: ¡Uff, maldición! Tengo miles de mensajes de texto. Voy a apagar este teléfono”.
Ya con 30 años, su carrera es más que destacable (además de los logros ya mencionados), posee un récord personal cómo: ser es el jugador con el triple-doble más rápido en la historia de la liga llegando hasta a promediar uno en una temporada, algo inédito para ser un pívot.
José Angel Torrealba, 2° B, turno mañana