El vóley peruano empieza a recuperar protagonismo en la región y las señales son claras. La Federación Peruana de Vóley, a través de su presidente Gino Vegas, anunció que Perú será sede del Campeonato Sudamericano de Clubes 2026, un evento que reúne a las principales potencias del continente y que volverá a poner al país en el centro del calendario internacional.
Vegas dio la noticia durante una entrevista televisiva, donde confirmó que “Perú ya es oficialmente la sede del Campeonato Sudamericano de Clubes 2026”. El certamen, que reunirá entre seis y ocho equipos, se disputará en febrero y, como país anfitrión, Perú tendrá dos cupos asegurados para sus clubes. Una ventaja clave que permitirá a los equipos locales prepararse con tiempo y competir directamente en la fase principal del torneo.
Aunque aún no se definieron los coliseos que recibirán la competencia, la FPV planea utilizar recintos modernizados para garantizar un espectáculo de nivel internacional. La intención es que la organización sea un punto de quiebre para la disciplina en el país.
Pero la ambición no termina ahí. En esa misma entrevista, Vegas confirmó que también están gestionando para que Perú sea sede de la Copa América de Vóley 2026. El torneo, previsto para fines de julio y comienzos de agosto, reuniría a seis selecciones de la región. “Tengo varias reuniones agendadas para cerrar el tema”, explicó el presidente de la FPV, dejando en claro que la negociación está bien encaminada.
La posibilidad de traer la Copa América toma fuerza luego del rendimiento histórico de Perú en la edición 2025. La selección femenina fue subcampeona y dejó una imagen que sorprendió a más de uno: venció 3-1 a Brasil y solo cayó ante Argentina en la final. Ese subcampeonato no solo renovó la ilusión del público, sino que también impulsó a la federación a apostar por más competencia internacional en casa.
El anuncio del Sudamericano de Clubes también trae el recuerdo fresco de la inolvidable actuación de Alianza Lima en la edición 2025 del torneo continental. El cuadro íntimo, dirigido entonces por Paulo Milagres, fue protagonista absoluto en Belo Horizonte. No solo avanzó a la final, sino que logró una victoria histórica sobre Dentil Praia Clube por 3-1 durante la fase de grupos. Tras vencer a Estudiantes de La Plata en semifinales, las blanquiazules disputaron la final y terminaron como subcampeonas en una campaña que marcó un antes y un después para el voley peruano de clubes.
Con estos antecedentes, Perú llega al 2026 con una expectativa inédita. La posibilidad de organizar dos torneos internacionales en un mismo año significa crecimiento deportivo, impulso mediático y un escenario ideal para seguir desarrollando el alto rendimiento en categorías formativas y profesionales.
Además, obligará a los clubes locales a elevar su nivel competitivo, pensando en reforzar planteles, mejorar infraestructura y prepararse para enfrentar a los poderosos equipos brasileños y argentinos, históricos dominadores del continente.
El público, mientras tanto, ya empieza a ilusionarse. El vóley peruano atraviesa un proceso de reconstrucción desde hace varios años, y estos nuevos anuncios parecen ser la señal definitiva de que el país vuelve a insertarse en la élite regional. Tener al Sudamericano y posiblemente la Copa América en casa no solo atraerá miradas internacionales, sino que también devolverá al hincha peruano la posibilidad de vivir voleibol de primer nivel sin salir del país.
Juan Parisi, 2° B, turno mañana