El gobierno de la Provincia de Buenos Aires, liderado por Axel Kicillof, manifestó su enérgico rechazo al reciente acuerdo comercial entre Argentina y Estados Unidos, anunciado por la administración de Donald Trump y celebrado por el gobierno de Javier Milei.
El ministro de la Producción bonaerense, Augusto Costa, fue la voz cantante de la crítica, advirtiendo que el pacto «pega de lleno en la provincia de Buenos Aires y se suma a la política de ajuste y de destrucción del empleo», al tiempo que lo calificó como «muy preocupante».
Costa tildó el acuerdo como parte de una «estrategia ruinosa de subordinación y entrega de soberanía» por el presunto «alineamiento incondicional» con EE.UU. El funcionario bonaerense remarcó que el tratado puede perjudicar gravemente a la industria local y al desarrollo tecnológico, impactando directamente a la Provincia, que es la principal proveedora de bienes industriales del país.
El ministro también criticó que el anuncio se diera el mismo día que el ministro de Economía, Luis Caputo, no mencionara la palabra «industria» en un discurso ante la UIA, lo que, a su juicio, evidencia una política de «desindustrialización de la Argentina».

El rechazo también se replicó en el Congreso, donde el bloque de diputados de Unión por la Patria presentó un proyecto para frenar el acuerdo, considerándolo una «rendición sin precedentes de soberanía» en diversas materias.
