La NBA, sacudida por detenciones vinculadas a las apuestas ilegales

Se realizaron más de treinta arrestos en una investigación federal que involucra a Chauncey Billups (DT de los Portland Trail Blazers) y a Terry Rozier (jugador de los Miami Heat), entre otros.

El jueves 23 de octubre las autoridades estadounidenses anunciaron el arresto de más de 30 personas, entre ellas el entrenador de los Trail Blazers, Chauncey Billups, y el escolta de los Heat, Terry Rozier, como parte de dos investigaciones federales que apuntan a apuestas ilegales en la NBA y partidas de póker manipuladas con vínculos a las familias mafiosas de Nueva York.

Billups fue señalado por colaborar con una red de póker de alto riesgo que habría defraudado al menos 7 millones de dólares mediante tecnología sofisticada de trampa, mientras que Rozier enfrenta cargos por presuntamente utilizar información privilegiada del básquet profesional para favorecer apuestas sobre su propio rendimiento.

La investigación, llevada adelante por el Federal Bureau of Investigation (FBI) junto a la oficina del fiscal del Distrito Este de Nueva York, reveló que una de las causas se centró en apuestas deportivas realizadas entre diciembre de 2022 y marzo de 2024, donde se habrían empleado datos internos sobre lesiones, salidas de partidos o rendimiento individual para colocar millones de dólares en “prop bets” (apuestas sobre estadísticas de jugadores). En paralelo, la segunda indagación apuntó a una trama de póker clandestino, que operaba en ciudades como Miami, Las Vegas, Manhattan y los Hamptons, y que contaba con apoyo de al menos tres clanes mafiosos: Bonanno, Genovese y Gambino.

Según la acusación, Rozier habría notificado a personas de su entorno que abandonaría un partido el 23 de marzo de 2023 contra los New Orleans Pelicans cuando aún jugaba para los Charlotte Hornets, por una lesión de pie, luego de lo cual apostadores ganaron sumas superiores a los 200.000 dólares. En tanto, Billups fue detenido luego de que parte del expediente lo vinculase como el que proporcionó información sobre jugadores y partidos del equipo que dirigía para favorecer apuestas contra él mismo.

La NBA reaccionó rápidamente y comunicó que ambos, Billups y Rozier, fueron puestos en licencia administrativa mientras se evalúan sus situaciones y la liga coopera con los investigadores. La organización expresó que “la integridad de nuestro deporte sigue siendo la máxima prioridad” y que revisará sus políticas internas sobre divulgación de lesiones, educación sobre apuestas y seguridad de datos. Además, se anunció que la liga examinará restricciones o modificaciones al volumen de “prop bets” vinculadas al rendimiento individual, campo bautizado como de “alto riesgo”.

El escándalo llega en un momento crítico en que la industria de las apuestas deportivas legales en Estados Unidos ha crecido exponencialmente desde 2018. Solo en los primeros ocho meses de 2025, los ciudadanos apostaron casi 100.000 millones de dólares según la Asociación Estadounidense del Juego. Esta magnitud ha sido señalada por expertos como un factor que obliga a una regulación más estricta y vigilancias más intensas en torno a ligas profesionales como la NBA.

Mientras tanto, los abogados de Rozier sostienen que las acusaciones “parecen confiar en fuentes poco fiables en lugar de en evidencias reales” y afirman que su cliente “no es un apostador, pero no teme a las peleas y espera ganar esta lucha”. Billups, por su parte, también negó responsabilidad directa en el montaje de las partidas de póker. Ambos enfrentan cargos por conspiración para fraude electrónico y lavado de dinero que podrían acarrear graves penas si se los encuentra culpables.

Las reacciones dentro de la NBA fueron inmediatas: directivos, jugadores y analistas advirtieron que este caso representa una amenaza al modelo de negocio y a la credibilidad del espectáculo. El comisionado Adam Silver ya manifestó su apoyo a una regulación federal más amplia sobre apuestas y admitió que “las autoridades federales tienen más recursos investigativos que la liga”. Aprovechando el impacto mediático, la NBA dará a conocer en los próximos días nuevas directrices para empleados, clubes y socios en torno al manejo de información sensible y la prevención de conflictos de interés.

En definitiva, la detención de un entrenador y un jugador de alto perfil exponen una fisura importante en el sistema de supervisión del deporte profesional en EE.UU. y pone de relieve que el crecimiento paralelo del negocio de las apuestas exige mecanismos más rígidos de control interno, transparencia y responsabilidad. Cómo avanza este caso marcará el rumbo de la NBA, su reputación y su capacidad para blindar su competencia frente a amenazas delictivas y financieras.

Ignacio Delucchi, 2° B, turno mañana