Netflix pautó el estreno para el 13 de noviembre de «50 segundos: el caso Fernando Báez Sosa», la miniserie dirigida por el cineasta Martín Rocca, que basa su título en el breve lapso que duró el ataque que le quitó la vida al estudiante de derecho. La idea principal del trabajo es mostrar una visión clara y respetuosa del hecho ocurrido en la costa de Villa Gesell la madrugada del 18 de enero de 2020.
Fernando, un joven con mucho futuro, fue golpeado salvajemente por un grupo de jóvenes, dedicados al rugby, al salir del boliche Le Brique. La agresión provocó su brutal asesinato. La historia de la miniserie se basa en una gran variedad de datos, usando videos del momento del ataque, el registro completo de la causa judicial y una serie de conversaciones exclusivas con periodistas y letrados.
Podremos oír la voz del entorno íntimo de Fernando: sus padres, Silvino y Graciela, quienes han mantenido un pedido firme de justicia; y sus amistades más cercanas. Además, algo notorio es que se incluye la versión de algunos de los agresores que cumplen su castigo. El director explicó que el propósito no es solo hacer una crónica policial, sino generar preguntas difíciles sobre la violencia que existe en nuestra sociedad. Rocca mencionó que este suceso debe ser visto como una tragedia completa que afectó no solo a la víctima sino también a muchas otras personas.
El trabajo se presenta como un homenaje a la memoria del chico, al mismo tiempo que ofrece una enseñanza sobre el valor principal de la existencia humana. El proceso judicial se desarrolló a comienzos del año dos mil veintitrés en Dolores. Terminó con una sentencia muy dura. Cinco de los implicados, identificados como Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Enzo Comelli y Matías Benicelli, recibieron prisión perpetua .
Los otros tres restantes, Lucas Pertossi, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz, fueron condenados a quince años de cárcel por colaborar en el crimen. Este veredicto fue sostenido por la Cámara de Casación, aunque modificó la figura legal del delito. El caso se convirtió en un símbolo de la lucha ciudadana contra la discriminación y la agresión en Argentina.
Lourdes Pérez Repetto, 2° A TT
