Eddie Jones no se guardó nada en el final del Rugby Championship 2025: desde su aparición en el podcast Rugby Unity, el entrenador disparó contra el arbitraje internacional, denunciando una “falta de fiabilidad” en las decisiones que, según él, arruinan la coherencia del juego.
Para Jones, hay fallos idénticos sancionados en unos partidos y omitidos en otros, lo que demuestra inconsistencia sancionatoria. “A veces se sanciona algo, en los siguientes cuatro o cinco rucks ves lo mismo y no pasa nada”, ejemplificó. Además, cuestionó el exceso de dependencia del TMO: “Algunos árbitros parecen obsesionados con mirarse a sí mismos en la pantalla…”
No dudó en apuntar a quienes él considera responsables directos: en sus críticas apareció Angus Gardner, al que acusó de “cuestionar cada decisión con la esperanza de que el TMO lo respalde”. También cargó contra Andrea Piardi, señalando que sus sanciones inconsistentes beneficiaron al rival en momentos claves. En contraste, el australiano elogió al neozelandés Paul Williams como un árbitro “claro y consistente”.
Más allá de los nombres, Jones instó a replantear cómo se estructura el juego: criticó que el scrum pierda importancia y sugirió que el breakdown recupere centralidad en la interpretación arbitral. También cuestionó la estrategia de World Rugby: “Salen con 250 millones para el rugby en EE. UU… pero hagamos bien el juego primero”, lanzó con dureza.
Matías Expósito, 2° B, turno mañana
