En el fútbol europeo, pocos son los entrenadores que generan tantas tendencias como últimamente las viene haciendo Luis Enrique. El actual DT del Paris Saint-Germain, lejos de quedarse en la comodidad de un plantel plagado de estrellas y tras haber alcanzado la primera Champions en la historia del club, se propuso ir más allá y marcar modas que ya traspasan fronteras.
Un ejemplo claro está en el estilo de saque de medio que venimos viendo últimamente. Patear la pelota directamente afuera de la banda para iniciar una presión arriba muy cerca del área. El asturiano confesó en entrevista que la idea no es originaria de él: “Se lo copiamos al Lyon. No voy a decir el motivo de por qué lo hacemos, pero lo vamos a cambiar. Los equipos se adaptan a ti. En el fútbol no hay nada mágico. O dejas de ser previsible o estás muerto. Siempre hay que cambiar cosas, mejorar”, explicó. Pero antes de que el Lyon y PSG lo hayan hecho, esta idea la implementaban equipos de la Premier League en los años 80′, en donde rifaban la posesión en el saque para evitar robos del contrario y empezar la jugada cerca del área rival. Ahora que el equipo parisino lo puso de moda nuevamente, varios equipos comenzaron a imitarlo, ¿pero esto se mantendrá por mucho tiempo o será algo efímero?
Ésta innovación no termina acá. En la fecha 4, donde el PSG le ganó por duplicado al Lens, y en la goleada 4-0 al Atalanta por Champions, Luis Enrique sorprendió a todos al ver el primer tiempo desde un palco, una práctica habitual en el rugby, pero inédita en el fútbol. «Es diferente, puedo controlarlo todo», afirmó el entrenador español que pudo observar el partido con otra perspectiva y luego bajar al vestuario con una mirada más global para ajustar detalles. Esta movida parece tener futuro, ya que el club planifica reformas en el Parque de los Príncipes para que el técnico y su equipo de videoanalistas tengan un espacio propio en el sector de prensa, pensado especialmente para analizar los primero 45 minutos y encarar las charlas tácticas de otra manera.
A todo esto se suma su más reciente declaración en la que asegura que «el primer título (por la Champions League) es siempre difícil porque los jugadores y los hinchas no creen que son capaces de ganarlo. Para mí, es más difícil ganar el primero que el segundo o el tercero». Una frase que refleja confianza pero que también nos hace ver que su mentalidad no es alcanzar la gloria y listo, sino poder sostenerlo y multiplicarlo.
Luis Enrique con su estilo particular, mezcla de atrevimiento y obsesión táctica, nos demuestra que ser ambicioso está en su naturaleza, y que dirigir al club más grande de Francia no es solo conseguir títulos, es también innovar, incomodar y sobre todo dejar huella.
Tomás Laplana. 3ºB, TN.