Los Pumas consiguieron una victoria histórica en Sidney al vencer 28-26 a Australia en el Allianz Stadium, por el Rugby Championship. Fue un partido cargado de emoción, donde la precisión de Santiago Carreras con el pie y la solidez defensiva en los momentos clave marcaron la diferencia. El equipo de Felipe Contepomi supo construir una ventaja amplia y resistió la remontada australiana en un cierre de máxima tensión.
El partido comenzó con intensidad. A los 3 minutos, Carreras abrió el marcador con un penal para Los Pumas. Sin embargo, la reacción local fue inmediata: al minuto siguiente, Joseph-Aukuso Suaalii apoyó el primer try del encuentro tras una buena combinación ofensiva, y Tane Edmed acertó la conversión para poner el 7-3. El golpe australiano no desordenó al equipo argentino, que mostró carácter. Apenas a los 7 minutos, Julián Montoya capitalizó una tapa perfecto y apoyó en el ingoal para devolverle la ventaja a Los Pumas.
Carreras sumó la conversión y, con confianza, fue ampliando la diferencia con tres penales más (13’, 25’ y 37’). La primera parte cerró con un sólido 19-7 para Argentina, que dominó el juego físico y se mostró más disciplinada que su rival.
El complemento tuvo a Carreras nuevamente como protagonista. En los primeros 23 minutos sumó tres penales consecutivos (3’, 12’ y 23’) que parecían liquidar el partido. Con el 28-7 en el marcador, Los Pumas manejaban los tiempos y Australia lucía sin respuestas claras.
Sin embargo, los Wallabies encontraron aire desde el banco. Con el ingreso de James O’Connor y la potencia de Andrew Kellaway y Filipo Daugunu, los locales comenzaron a torcer el ritmo del juego. A los 26’, Kellaway apoyó tras una buena jugada colectiva y O’Connor acertó la conversión.
Solo dos minutos más tarde, Daugunu sorprendió a la defensa argentina y descontó con un try que encendió las alarmas. La presión fue en aumento y, en la última jugada del partido, Daugunu volvió a marcar para desatar la euforia en el Allianz Stadium. O’Connor acertó la conversión y el marcador quedó 28-26, con apenas dos puntos de diferencia y un cierre no apto para cardíacos.
Los últimos minutos fueron de pura tensión. Con Santiago Carreras amonestado, Los Pumas se vieron obligados a defender con un jugador menos. La defensa argentina respondió con firmeza: tackles certeros, disciplina en los rucks y orden en el fondo. El pitazo final de Christophe Ridley decretó un triunfo que será recordado por la forma en que se sostuvo bajo presión.
Australia formó con James Slipper, Billy Pollard, Taniela Tupou, Jeremy Williams, Tom Hooper, Rob Valetini, Fraser McReight, Harry Wilson, Nic White, Tane Edmed, Corey Toole, Hunter Paisami, Joseph-Aukuso Suaalii, Max Jorgensen y Andrew Kellaway. Ingresaron Angus Bell, Zane Nonggorr, Tate McDermott, Lukhan Salakaia-Loto, Josh Nasser, James O’Connor, Filipo Daugunu y Carlo Tizzano, con Joe Schmidt como entrenador.
Los Pumas alinearon a Mayco Vivas, Julián Montoya como capitán, Joel Sclavi, Guido Petti, Pedro Rubiolo, Juan Martín González, Marcos Kremer, Joaquín Oviedo, Gonzalo García, Santiago Carreras, Mateo Carreras, Santiago Chocobares, Lucio Cinti, Rodrigo Isgró y Juan Cruz Mallía. Ingresaron Agustín Moyano, Pablo Matera, Francisco Coria Marchetti, Franco Molina, Boris Wenger, Ignacio Mendy, Ignacio Ruiz y Justo Piccardo, con Felipe Contepomi al mando.
El triunfo no solo significa ganar en una cancha siempre difícil, sino también un espaldarazo para el proceso de Contepomi. Los Pumas combinaron juventud y experiencia, con Montoya como líder indiscutido, Kremer y González multiplicándose en defensa y Mallía firme en el fondo. Pero el gran nombre de la jornada fue Santiago Carreras: con 23 puntos en su cuenta personal, fue decisivo para construir la ventaja que permitió resistir la embestida australiana.
El resultado no solo fortalece el presente, sino que también abre la puerta a un futuro prometedor. Ganar en tierras australianas nunca es sencillo, y hacerlo en un debut de ciclo le da aún más relevancia al logro. El camino que se avecina será exigente, con rivales de peso y compromisos de alta exigencia, pero Los Pumas demostraron que tienen recursos, disciplina y personalidad para competir contra cualquiera.
Francisco González Eseverri, 2° B, turno mañana