Un inconveniente inesperado encendió la alarma en los últimos días: se detectó que una partida de pasaportes presenta fallas en la tinta de seguridad, lo que los vuelve ilegibles para los escáneres utilizados en aeropuertos y fronteras. Esto significa que los documentos pueden no ser reconocidos de manera automática y generar trabas al momento de viajar.
Según la información oficial, se habrían emitido entre 5.000 y 6.000 pasaportes defectuosos. Sin embargo, el universo bajo revisión es mucho mayor: más de 200.000 libretas con prefijo “AAL”. Los rangos en observación son los siguientes: del AAL314778 al AAL346228, del AAL400000 al AAL607599 y del AAL616000 al AAL620088.
El problema no es visible a simple vista. La tinta, provista por una empresa internacional, presenta una falla que solo detectan los lectores digitales de migraciones. Por eso, aunque un pasaporte esté dentro de los rangos señalados, no necesariamente está inutilizado: únicamente una revisión técnica puede confirmarlo.
Ante esta situación, el Registro Nacional de las Personas pidió a quienes tengan pasaportes en esos rangos que los acerquen a los centros habilitados para su verificación. Si se confirma la falla, el documento será reemplazado sin costo. Para quienes tengan viajes inmediatos, se dispuso la posibilidad de tramitar un pasaporte de emergencia gratuito.
En aeropuertos como Ezeiza y Aeroparque, así como en la terminal de Buquebus, se habilitaron puestos especiales para revisar documentos y evitar demoras. Además, en la sede central del organismo también se realizan controles. Para quienes se encuentran en el exterior, los consulados reciben consultas y coordinan reemplazos.
El RENAPER habilitó un chatbot oficial que permite ingresar el número de serie y comprobar si el documento está bajo sospecha. De esta forma se busca agilizar las consultas y dar una respuesta rápida a la gran cantidad de personas afectadas.
Aunque la cifra exacta de pasaportes defectuosos sigue en discusión, la situación generó preocupación y debate sobre los mecanismos de control en la impresión de documentos oficiales. El proceso de reemplazo demandará semanas y podría alterar los planes de viaje de miles de personas.
El episodio deja en claro la necesidad de reforzar controles de calidad en un documento clave para la identidad y la movilidad internacional. Un pasaporte inválido no solo puede arruinar un viaje, sino también afectar la confianza en los sistemas de documentación que garantizan derechos básicos de seguridad y circulación.
Emmanuel Dario Mamani, 2°A TT