Aryna Sabalenka volvió a demostrar por qué es la actual número uno del tenis femenino. En una final cargada de tensión y emoción, la bielorrusa derrotó a la local Amanda Anisimova por 6-3 y 7-6 y retuvo el título del US Open, alcanzando así el cuarto Grand Slam de su carrera. Con este triunfo, se convirtió en la primera mujer en repetir campeonato en Nueva York en años consecutivos en más de una década, reafirmando su dominio en la cima del ranking.
El encuentro comenzó con un dominio claro de Sabalenka, que impuso su potencia desde la línea de base y logró un rápido quiebre de servicio. Anisimova intentó responder con agresividad, pero los errores no forzados pesaron y el primer set se inclinó 6-3 en favor de la favorita. En el segundo parcial, la historia cambió: la estadounidense se soltó, arriesgó con su revés y se apoyó en la energía del público para forzar un tie-break. Allí, la experiencia de Sabalenka fue determinante, con un tenis preciso en los momentos clave, cerró el desempate 7-3 y selló la victoria en poco más de una hora y media.
Más allá del resultado, la final representó la consolidación de dos trayectorias distintas. Para Sabalenka, el título fue un desahogo tras un año en el que perdió finales en Australia y Roland Garros, y quedó en semifinales de Wimbledon. Nueva York se transformó nuevamente en su refugio y en la confirmación de que su fortaleza mental la distingue del resto.
Anisimova, por su parte, fue la gran revelación del certamen. Llegó al US Open con dudas después de la dolorosa derrota en la final de Wimbledon, pero encontró su mejor versión en Nueva York. En cuartos eliminó a la número dos del mundo, Iga Swiatek, y en semifinales dejó en el camino a Naomi Osaka, dos campeonas consagradas en estas canchas. Con apenas 23 años, la estadounidense mostró carácter, variedad de golpes y resiliencia para volver a pelear un título grande, ganándose la ovación del público a pesar de no haber podido coronarse.
El contraste entre ambas fue claro, la madurez y regularidad de Sabalenka contra el despegue de una jugadora que promete ser protagonista en el futuro inmediato. Nueva York celebró a la campeona, pero también reconoció a una finalista que supo emocionar. Y así, el US Open 2025 dejó una postal de presente y futuro en el tenis femenino.
Gabriela Bobadilla – 2°A Turno Mañana