El Abierto Británico, el más antiguo de los torneos majors del golf masculino, equivalente al Grand Slam del tenis, se jugará en el Royal Portrush Golf Club, un campo emblemático ubicado en la costa de Antrim, Irlanda del Norte. Será la tercera vez en la historia que este prestigioso torneo se lleve a cabo en este escenario, tras las ediciones de 1951 y 2019, en lo que promete ser una fiesta del golf a nivel mundial. Es el único torneo de esta categoría que no se disputa en suelo de Estados Unidos y se juega el fin de semana del tercer viernes de julio.
El regreso del Open a Royal Portrush, por tercera vez en 74 años, cuenta con el respaldo del Gobierno de Irlanda del Norte y su ministerio de Turismo. El objetivo es consolidar la región como un destino de golf de nivel mundial, en línea con Saint Andrews y Escocia, generando un impacto económico, turístico y mediático.
Es un campo que ofrece a los golfistas una auténtica muestra de habilidad con sus ondulantes calles y sus impredecibles vientos costeros debido a las cambiantes condiciones meteorológicas y los terrenos desafiantes. Esto le agrega un elemento de incertidumbre y emoción única e irrepetible para jugadores y espectadores por igual.
El golf argentino también dejó su huella en la historia del Open. Roberto De Vicenzo, considerado el mejor golfista de nuestro país, se consagró campeón el 15 de julio de 1967, con 44 años, en el mítico campo de Royal Liverpool, en Hoylake. A fuerza de talento, temple y una trayectoria construida alrededor del mundo, logró ese día su primer y único título de Grand Slam.
Los máximos candidatos a ganar el Open de este año son el último ganador Xander Schauffele y Rory Mcllroy. Ellos buscarán dejar sus nombres grabados en la rica historia del torneo y el jugoso premio monetario que trae aparejado.
Laura Vidal, 2° A, turno tarde