Alcaraz festejó en un partido inolvidable ante Sinner y logró Roland Garros por segunda vez

Tras una «batalla» que se extendió por 5 horas y 29 minutos, el español derrotó al italiano en cinco sets y volvió a reinar en el polvo de ladrillo de París.

Carlos Alcaraz se derrumba en la arcilla tras ganar la final más larga en la historia de Roland Garros

El domingo 8 de junio el público fue testigo del nacimiento de una era en Francia, que comenzó hace poco y durará un largo tiempo. En una final maratónica con duración de 5 horas y 29 minutos, donde ambos tenistas dejaron cuerpo y alma, el español Carlos Alcaraz remontó tres puntos de partido y venció al italiano Jannik Sinner por 4-6, 6-7 (4), 6-4, 7-6 (3) y 7-6 (2). De manera épica, el español de 22 años coronó su vigésimo título, su quinto de Grand Slam y su segundo Roland Garros.

La final más disputada de los últimos años empezó con Alcaraz en búsqueda de imponer las pautas del juego: presionó y atacó constantemente con sus devoluciones, quebró por primera vez en el partido un servicio para adelantarse por 3-2 en la manga, aunque debió ser atendido luego de que una gran cantidad de polvo de ladrillo ingresara en su ojo. Tras esta situación, cedió su saque y el primer set quedó en manos del italiano.

En el segundo impuso las condiciones el número 1 del mundo: rápidamente sacó ventaja sobre el español, posicionándose 5-4 por encima, con el saque en su poder. Alcaraz quebró este punto y luego, con el apoyo de todo el Philippe-Chatrier, forzó el tie-break. Aquí Sinner, con solidez, cerró un set intenso con un 7-4 a su favor en la definición.

El nacido en Murcia estaba obligado a levantar su nivel si quería defender su corona, y lo hizo. Se mostró mucho más agresivo y sus saques comenzaron a ser más precisos. Logró colocarse por delante en los games tras un quiebre bien trabajado. El dominio físico y emocional por primera vez fue para el español, que con una decaída de Sinner, se llevó el tercer set por 6-4.

El cuarto parcial del encuentro fue el de mayor paridad. Ningún jugador forzó un quiebre y se desarrolló game por game. Alcaraz mantuvo la presión de encontrarse por debajo en el marcador y con golpes prolijos, nuevamente lo llevó a tie-break, donde jugó con más soltura y se lo llevó con autoridad (7-3). La igualdad total se reflejaba en los espectadores, la tensión en el estadio estaba a flor de piel.

Cuando la victoria parecía escrita para el jugador de Darren Cahill, con tres oportunidades de cerrar el duelo, Alcaraz emergió del polvo de la derrota con el alma en llamas. Se lo notó más entero físicamente y tras estar dos sets abajo y sobrevivir a tres puntos de partido en su contra, se quedó con la victoria en la muerte súbita por 10-2. Se fundió en un emotivo abrazo con su entrenador Juan Carlos Ferrero tras caer al polvo de ladrillo exhausto.

Después de 5 horas y 29 minutos de juego, la final más extensa de la historia del certamen, el español que había permanecido en el top uno durante 36 semanas anteriormente, se consagró campeón por segundo año consecutivo de Roland Garros. Se convirtió en el octavo jugador de la Era Abierta que lo logra, entre ellos figuran nombres como los de Iván Lendl, Sergi Bruguera, Jim Courier y Rafael Nadal, máximo campeón del torneo. Además, junto a su compatriota son los dos tenistas más jóvenes en defender la corona.

Carlos Alcaraz junto a Jannik Sinner.

Con solo 22 años, el murciano ya acumula cinco Grand Slam y una autoridad indiscutible sobre la tierra batida. Luego de recibir el trofeo, se rindió en elogios hacia Sinner. “Eres una admiración para todos. Es un privilegio hacer historia contigo, Jannik”, manifestó. A su vez, no escondió su felicidad ante el apoyo del estadio, uno de los pilares claves para su levantada, y dijo: “Habéis estado a mi lado hoy y nunca os lo podré agradecer lo suficiente. Siempre estaréis en mi corazón”.

Tras una derrota que dolió profundamente, Jannik Sinner no ocultó su frustración y declaró: “Esto duele”. A pesar del golpe emocional, mantuvo la compostura y se mostró sereno frente a la prensa. “Trataba de borrar mentalmente cada set… no di puntos gratis”, explicó, en alusión al esfuerzo por mantenerse concentrado en una batalla tan exigente. Finalmente, afirmó que ahora solo pensaba en descansar con su familia y que encontraba refugio en lo cotidiano después de una final que rozó la gloria, lo que hubiese sido su cuarto Grand Slam a sus 23 años.

Bautista Valor, 2° A, turno tarde