Ocho miembros de la barra brava de Belgrano, entre ellos su histórico líder Roberto “el Loco Tito” Ponce y el actual referente del grupo, Lucas Pavón, fueron condenados por la Justicia provincial por su participación en una serie de enfrentamientos armados ocurridos entre 2021 y 2022 en la ciudad de Córdoba. Las sentencias, dictadas por la Cámara 2ª del Crimen, no incluyen prisión efectiva, pero sí les prohíben ingresar a estadios de fútbol por los próximos dos años. El fallo responde a una larga investigación sobre disputas internas por el liderazgo de la hinchada conocida como “Los Piratas Celestes de Alberdi”.
Los hechos juzgados se remontan a una serie de enfrentamientos ocurridos entre noviembre de 2021 y septiembre de 2022. La disputa por el poder dentro de la barra derivó en al menos tres tiroteos, amenazas y persecuciones callejeras. La investigación logró probar que se trató de un conflicto entre facciones lideradas por Ponce y Pavón, quienes se enfrentaron por el control de la tribuna y los recursos que ésta implica, como la reventa de entradas, el manejo de micros y los vínculos con la dirigencia.
La sentencia estableció condenas de entre ocho meses y tres años de prisión en suspenso para los acusados. Además, se les impuso la inhabilitación para asistir a espectáculos deportivos durante el tiempo que dure la pena. Esta restricción abarca tanto el ingreso a los estadios como la presencia en sus inmediaciones los días de partido. También deberán fijar un domicilio y cumplir con controles judiciales periódicos.
El caso tuvo gran repercusión por la notoriedad pública de “el Loco Tito”, uno de los fundadores de la barra brava de Belgrano y durante años su principal referente. Ponce fue considerado líder de la facción que intentó recuperar el control de la hinchada tras su alejamiento. Por su parte, Lucas Pavón, quien asumió el mando en su ausencia, fue acusado de haber protagonizado acciones para mantenerse en el poder, incluyendo amenazas y un tiroteo ocurrido en la puerta de su casa, en el que resultó herido un joven de 18 años.
Una de las particularidades del fallo es que, pese a que la fiscalía había solicitado penas de prisión efectiva, el tribunal optó por condenas en suspenso. La decisión se basó en que los acusados no cuentan con antecedentes penales previos y en que, según los jueces, no se pudo comprobar un nivel de violencia que justificara el encarcelamiento. Esta postura fue criticada por algunos sectores que consideran que el mensaje hacia las barras bravas debería ser más contundente.

Entre los condenados también figura Olga Moyano, pareja de Ponce, quien fue señalada como una colaboradora activa en los movimientos de la facción. En total, fueron ocho los sentenciados, todos ellos vinculados directa o indirectamente con la barra brava del club Belgrano. La causa se inició tras múltiples denuncias por parte de vecinos que alertaron sobre enfrentamientos en la vía pública y amenazas reiteradas. La investigación incluyó intervenciones telefónicas, análisis de redes sociales y declaraciones de testigos presenciales.
En el fallo también se destacó que las penas impuestas buscan limitar la participación de los condenados en las dinámicas violentas asociadas a los espectáculos deportivos.
El club Belgrano, por su parte, no ha emitido un comunicado oficial sobre el tema. Sin embargo, fuentes cercanas a la dirigencia afirmaron que se reforzarán los controles de ingreso al estadio y se colaborará con las autoridades para hacer cumplir las restricciones impuestas.
Aunque el fallo no implica penas de prisión, marca un precedente en la provincia en cuanto al abordaje judicial de la violencia en el fútbol. La combinación de condenas con restricciones específicas busca limitar la operatividad de las barras sin necesariamente saturar el sistema penitenciario.
Matías Expósito – 2°B Turno Mañaña