El pasado miércoles 30 de abril, en un procedimiento de carácter histórico para la navegación fluvial, hallaron 469 kilos de cocaína en un buque cerealero atracado en la terminal de Vicentín, ubicado en el puerto de San Lorenzo, de la provincia de Santa Fe. La embarcación provenía de Emiratos Árabes y su destino final era la ciudad de Ámsterdam, Países Bajos.
El hallazgo de dicho cargamento fue posible tras una denuncia de la Unidad de Información Financiera (UIF), a cargo de Paul Starc. Fue la subdirección de la Agencia Regional Central de la UIF, con sede en Rosario y a cargo de Juan Francisco Lafontana, la que radicó la denuncia en la Fiscalía Federal de San Lorenzo, de Claudio Kishimoto esa madrugada. Se actuó con la rapidez y el hermetismo que ameritaba la situación, lo que permitió que en horas de la mañana ya se allanara el barco.
Fue el propio Lafontana, en declaraciones a medios santafecinos, quien destacó la importancia del hallazgo y del rol del capitán del buque de nacionalidad filipina, porque fue quien en definitiva fue el responsable del hallazgo y la posterior denuncia.
Una vez en el buque, el decomiso fue posible gracias a la intervención de «Cuero», un perro adiestrado a tal efecto, durante un operativo organizado por la Unidad Fiscal Federal Regional de San Lorenzo, y en el cual también intervino la Prefectura Naval Argentina (PNA).
El barco allanado, de nombre “Ceci”, proveniente de Emiratos Árabes, arribó a la Argentina, a un puerto alternativo como es el del puerto de San Lorenzo, previo paso por el puerto de Montevideo.
El allanamiento comenzó alrededor de las 11.40. En una de las cámaras frigoríficas del buque, de un total de tres refrigeradores cargados con 46 mil toneladas de pallets de girasol, hallaron los primeros 80 kilos de cocaína. Esa fue la punta del caso.
El estado de los bultos y su sello que los distingue
Los bultos hallados con droga se encontraban guardados dentro de bolsos estancos y cada pan estaba resguardado con diversos materiales para garantizar la impermeabilización. Además contaban con sistema de flotación -una especie de boyas- y geolocalizadores, por lo que se sospecha que iban a ser arrojados al agua para su posterior recogida.
Los ladrillos estaban envueltos en papeles rojos, celestes, fucsias, amarillos y verdes. El reactivo dio positivo para cocaína.
Protegidos con papel film, los ladrillos tenían el sello de una corona impresa bajorrelieve en el polvo. Representa “la marca” de ese envío, el sello del clan narco que los fabrica o los embala o los mueve por el mundo. Los panes fueron encontrados con la inscripción Your Name. Son datos que, para quien va a recibir la droga , indican el origen y la pureza.
Un paso más en la lucha contra el narcotráfico
Para el Gobierno, el hallazgo resultó un golpe muy fuerte al narcotráfico organizado, ya que el modo en que trasladaban la droga denota la presencia de una banda con fuerte presencia en la región y el país.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, consideró que la operación fue un éxito y representó un paso más en la lucha contra el narcotráfico. Destacó que lo ocurrido no fue un hecho al azar, sino parte del trabajo conjunto que se viene llevando a cabo con las fuerzas federales en la lucha contra el flagelo de la droga.
El buque allanado, proveniente de los Emiratos Árabes, contaba con una tripulación de 21 personas, todas de nacionalidad filipina, las que quedaron detenidas a disposición de la justicia santafecina. Fueron todos indagados por el juez Carlos Vera Barros y el fiscal Claudio Kishimoto.
Francisco González Eseverri – 2°B Turno Mañana