Este jueves por la tarde, en Caballito, un grupo de familias vivió una situación trágica cuando parte del techo de un salón de fiestas se desplomó antes de terminar un cumpleaños infantil. Entre los presentes había 15 niños de entre 3 y 4 años y 20 adultos. No se registraron heridos.
El hecho ocurrió en el salón “Funky”, en la calle Paysandú al 1100, en pleno festejo de cumpleaños de un niño. El derrumbe ocurrió alrededor de las 18.30, cuando los menores estaban por realizar otro juego en una sala contigua.
La estructura que cayó estaba compuesta de placas de yeso y perfiles metálicos y estaba colocada por debajo del cielorraso.
Damián, padre del niño que celebraba el cumpleaños, contó cómo vivió el momento: “Estábamos festejando el cumpleaños, casi terminando, y luego de cantar el feliz cumpleaños una de las animadoras nos invitó a movernos a otro espacio contiguo del salón. Tan pronto terminamos de salir, se vino el cielorraso abajo. Se cayó todo sin dar tiempo a nada”.
Los padres que se encontraban en el salón contaron que habían notado señales previas al derrumbe. “Un papá me decía que se habían escuchado unos ruidos. No sé si algo alertó a la animadora, no lo sé. Pero lo cierto es que salimos justo”, expresó Damián.
Vecinos del lugar mencionaron que “en el verano vieron que se realizaron trabajos de mantenimiento en el local”.
Fuentes oficiales informaron que se desplomaron aproximadamente 3 por 8 metros de placas de Durlock del cielorraso, desde una altura de 2.8 metros.
Personal de Guardia de Auxilio y Logística del Gobierno de la Ciudad se presento en el inmueble, que consta de planta baja y un piso, para realizar la inspección de la estructura y evaluar riesgos. Según el parte oficial, se constató el desprendimiento del cielorraso sin que hubiera personas atrapadas.
El local contaba con habilitación vigente, pero se vuelven a encender las alarmas sobre el estado de mantenimiento de los locales comerciales y de eventos en la Ciudad de Buenos Aires.
Antecedentes por derrumbes en distintos puntos de la Ciudad, como el del boliche “Beara” en 2010, que causó dos víctimas fatales, marcan la necesidad de mayores controles estrictos y de seguimiento del estado edilicio, ya sea por parte de los propietarios como de las autoridades competentes.
El salón permanece clausurado de manera preventiva, ya que se está evaluando el estado de la estructura y revisando las condiciones de seguridad.
Leonardo Sensabastiano – 2°B Turno Mañana