Brandon Maldonado, un influencer de 29 años oriundo de La Plata, lideraba un grupo que se hacía llamar “Los Caza Violines”. Su objetivo era seducir a hombres a través de redes sociales o páginas de citas, haciéndose pasar por menores de edad para luego encontrarse con ellos y someterlos a torturas físicas.2
Este grupo estaba conformado por tres varones mayores de edad, un menor de 17 años -cuya causa será tratada por el fuero de menores- y una joven de 22 años. Esta última era la encargada de realizar llamadas a los futuros victimarios para convencerlos de concretar un encuentro en una plaza, departamento o centro comercial. Estos hechos se llevaron a cabo en la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense.
Las reuniones eran transmitidas en plataformas de streaming como Kick y luego resubidas al canal de YouTube ELQUECHUGATV. En estas transmisiones, las víctimas eran golpeadas, escrachadas, e incluso obligadas a comer excremento como forma de tortura.
El suceso que desencadenó la detención del grupo fue la denuncia de un hombre venezolano de 42 años, quien declaró haber sido secuestrado el 3 de marzo de este año en un departamento ubicado en la avenida Corrientes al 4300, en el barrio porteño de Almagro.
Las cámaras de seguridad del edificio captaron el momento en que el hombre ingresaba al lugar acompañado por una joven. Poco después, desde distintas habitaciones, aparecieron otras cuatro personas. El hombre fue reducido, golpeado, filmado y humillado. Además, se divulgaron los números de teléfono de personas cercanas a él, quienes comenzaron a recibir mensajes violentos sin saber lo que estaba ocurriendo.
La víctima fue sometida durante más de dos horas en una transmisión en vivo por la plataforma Kick. Al finalizar, fue liberada bajo la condición de no contar lo sucedido.
Según la información incorporada a la causa, el grupo utilizó el teléfono de la víctima para mostrar solo una parte de una conversación, ocultando el resto del chat con el fin de acusarlo falsamente de intentar contactar a una menor de edad.
El 2 de abril, los creadores de contenido realizaban una nueva transmisión cuando, gracias a un vehículo registrado, los investigadores lograron detectar la zona desde donde se emitía el video en vivo. Así, todos los partícipes fueron detenidos.
La causa está siendo revisada por el Juzgado Nacional de Menores N°1, a cargo del juez Cristian Von Leers, y la Secretaría N°3, encabezada por Rodrigo Lozano, con apoyo de la brigada de investigaciones de la Comuna 5 de la Policía de la Ciudad. Tras varias investigaciones, se reveló que muchas de las acusaciones de encuentros con menores eran falsas: las personas sabían en todo momento que estaban hablando con mujeres mayores de edad.
Hasta el momento, existe un solo denunciante en el expediente, pero se han registrado múltiples archivos que demuestran la existencia de muchas más víctimas afectadas por estos hechos.
La causa judicial imputa a los acusados por privación ilegítima de la libertad agravada por violencia, pluralidad de autores y coacción. En los casos donde los responsables sean mayores de edad, las penas podrían alcanzar hasta 25 años de prisión, con agravantes adicionales por la participación de un menor.
Brandon ya había ganado notoriedad previamente, contando con más de 400.000 suscriptores en YouTube y 80.000 seguidores en Instagram. En 2020, fue denunciado penalmente por la Municipalidad de La Plata tras ingresar ilegalmente al zoológico local durante la cuarentena, con el fin de mostrar el estado en que se encontraban los animales.18
Actualmente, los videos con agresiones y torturas aún pueden encontrarse en redes sociales bajo su nombre. Las autoridades judiciales están trabajando con las plataformas para que el contenido sea retirado y se conserven los registros como prueba. Aún resta identificar a más partícipes, ya sean víctimas o cómplices de estos actos.
Sebastián Reyna – 2°B Turno Mañana