Repelentes: lo que debés saber de un producto cada vez más necesario

Alternativas, recomendaciones para un uso efectivo y funcionamiento de uno de los productos más solicitados frente a la crisis de dengue de las últimas semanas

Repelentes: Lo que debes saber de un producto cada vez más necesario
Es cada vez mayor la escasez de repelentes en el país (Imagen de Meteored.com.ar)

Ante los datos del último Boletín Epidemiológico Nacional del Ministerio de Salud que confirman más de 150 mil casos de dengue en la temporada 2023-2024, el uso del repelente como parte de la rutina diaria se ha convertido en una práctica fundamental para combatir esta crisis de la salud pública nacional, además de una oportunidad para conocer más detalles sobre este particular artículo.

Escasez a lo largo del país

Siendo tan necesaria su presencia en los hogares argentinos, los reportes de escasez de repelente a lo largo del país hacen aún más delicado el contexto de estas últimas semanas.

Declaraciones como las del ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, quien calificó la situación actual de los repelentes como de extrema escasez debido la falta de importaciones demuestran la gravedad del escenario que atraviesa hoy el sector salud.

Un caso llamativo es el de Rosario, donde Claudia Varela, presidenta del Colegio Farmacéutico de dicha ciudad, reconoció en diálogo con Rosarioplus.com que hay ingresos limitados del producto a la provincia de Santa Fe, llegando a agotarse incluso el mismo día de su arribo a supermercados, farmacias y otros establecimientos.

La situación en Salta no difiere mucho de la realidad rosarina. El portal El Tribuno mostró en un reciente reportaje la inmensa dificultad para encontrar aerosoles, espirales o cremas repelentes de las principales marcas del mercado (OFF, Fuyi o Raid).

Además de la escasez, los elevados precios de los pocos productos disponibles son un factor adicional para entender la situación que viven los consumidores. Distintos testimonios recogidos afirman la casi nula presencia de repelentes desde la semana pasada tanto en supermercados como farmacias de localidades como Villa Urquiza o Villa Ballester, en Buenos Aires.

Alternativas y recomendaciones para un uso efectivo

En su Libro Amarillo sobre Mosquitos, Garrapatas y otros Artrópodos, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) destaca como posibles alternativas a la picaridina, el IR3535, el 2-Undercanone o el aceite de eucalipto limón. Sobre este último, la misma CDC resalta que solo recomienda la aplicación de su versión formulada, ya que la esencia pura de este insumo no cuenta ni con evaluaciones validadas en términos de seguridad y eficacia ni con el registro pertinente como repelente de insectos.

La Agencia de Protección Ambiental del mismo país norteamericano (EPA) instruye al público con ciertas recomendaciones para el uso efectivo del protector. Algunas de estas implican:

  • Usar solo en piel expuesta o sobre la ropa, no en piel cubierta.
  • Si el repelente es un aerosol aplicar primero sobre las manos y luego distribuirlo en el rostro en vez de hacerlo directamente a la cara, evitando las zonas cercanas a los ojos y la boca.
  • Evitar su uso cerca de comida y no inhalar directamente el aerosol.
  • No utilizar sobre cortes, golpes e irritaciones.

Historia y funcionamiento

En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, el Ejército de los Estados Unidos cargaba con aerosoles insecticidas primitivos en su lucha contra enfermedades de la época como la malaria. Fue en 1946 y con el fin del conflicto que, en un esfuerzo conjunto con el Departamento de Agricultura de dicho país, desarrollaron el principal ingrediente activo de los repelentes para mosquitos que se sigue utilizando a día de hoy: la N,N-Dietil-metatuolamida (DEET). Con su llegada al público en la década de 1950, este descubrimiento se establecería como la principal respuesta del mercado al ataque de insectos como el mosquito.

El compuesto actúa como una interferencia para los receptores en las antenas del insecto, que se ve atraído por el ácido láctico propio de seres con sangre caliente. La aplicación del DEET y su posterior evaporación forma una barrera sobre la piel que confunde la percepción de estos animales, dificultando así su acercamiento.

Desde sus inicios, el repelente se ha convertido, poco a poco, en un complemento para el cuidado de la salud del público masivo. Momentos críticos como la crisis de dengue de estos últimos tiempos hacen aún más importante su conocimiento y amplia disponibilidad en todo el territorio nacional como parte de los esfuerzos de la gestión del presidente Javier Milei.

 

Álvaro Ortiz Nieto – 2ºB Turno Mañana