Freddie Mercury: la leyenda inmortal del rock

Desde sus origenes hasta su temprana muerte, la historia de un ícono que desafío las convenciones.

En el panteón de la música, pocos nombres resplandecen con tanta intensidad como el de Freddie Mercury. El icónico líder de Queen, nacido como Farrokh Bulsara el 5 de septiembre de 1946 en Zanzíbar, Tanzania, dejó una huella imborrable en la historia del rock.

La historia de Mercury comienza en una familia parsí, donde su innato talento musical se manifestó desde temprana edad. Criado en la India y más tarde trasladado a Inglaterra, Mercury estudió diseño gráfico en la Ealing Art College, pero su amor por la música lo llevó a formar la banda Queen en 1970, junto a Brian May, Roger Taylor y John Deacon. La banda apareció por primera vez en las listas de éxitos del Reino Unido con su segundo álbum, Queen II, en 1974. Sheer Heart Attack, más tarde ese año y A Night at the Opera en 1975 trajeron el éxito internacional. Este último presentó Bohemian Rhapsody, que se mantuvo en el número uno en el Reino Unido durante nueve semanas y ayudó a popularizar el formato de video musical. El álbum de 1977 de la banda, News of the World, contenía We Will Rock You y We Are the Champions, que se han convertido en himnos en los eventos deportivos. A principios de la década de 1980, Queen era una de las bandas de arena rock más importantes del mundo. Another One Bites the Dust de The Game (1980) se convirtió en su álbum más vendido, mientras que su álbum recopilatorio de 1981 Greatest Hits es uno de los álbumes más vendido a nivel mundial con más de 50 millones de copias y en el Reino Unido es el álbum más vendido con más de 7 millones de copias y está certificado nueve veces platino en los EE-UU. Su actuación en el concierto Live Aid de 1985 y su concierto en Wembley Stadium en el año de 1986 están clasificadas entre las mejores presentaciones de la historia del rock por varias publicaciones. En agosto de 1986, Freddie Mercury dio su última actuación con Queen en Knebworth, Inglaterra.

Además de su trabajo con Queen, Mercury grabó dos álbumes como solista y lanzó muchas canciones. Pese a que sus trabajos no fueron tan exitosos como sus álbumes con la banda, algunos de ellos debutaron entrando en el top 10 de las listas británicas.

Los álbumes de Freddie Mercury como solista fueron Mr. Bad Guy (1985) y Barcelona (1988). El primero tiene un estilo basado en la música pop y disco. Barcelona, por el contrario, fue grabado junto a la cantante de ópera Montserrat Caballé, a quien admiraba profundamente. Mr. Bad Guy figuró, en su lanzamiento, en el décimo puesto en las listas de venta del Reino Unido. ​ En 1993, una versión remezclada de Living on My Own, un tema musical del primero de sus álbumes, alcanzó el puesto número uno en la UK Singles Chart.​ La canción hizo además que Mercury ganara un premio Ivor Novello póstumo.

Pero no todo en su vida fue de la mejor manera ya que la vida personal de Mercury estuvo marcada por su hermetismo sobre su sexualidad (ya que para la época donde vivía era difícil declararse homosexual). En 1991, poco antes de su fallecimiento, confirmó públicamente que padecía VIH/SIDA, convirtiéndose en un defensor activo de la conciencia sobre esta enfermedad.

Freddie Mercury dejó este mundo el 24 de noviembre de 1991, pero su legado perdura. Su contribución a la música y su impacto en la cultura popular son inmortales. En 1992, Queen lanzó el álbum póstumo Made in Heaven, compilando grabaciones previas de Mercury. Su historia también fue inmortalizada en la aclamada película Bohemian Rhapsody en 2018.

Freddie Mercury no solo fue un músico extraordinario, sino un ícono que desafió las convenciones y dejó una marca indeleble en la historia del rock. Su habilidad para fusionar géneros, su carisma inigualable y su valentía personal lo convierten en una leyenda que sigue inspirando a generaciones posteriores.

Lucas Juyero