El legado de Simone Biles: salud mental y éxito deportivo

La gimnasta estadounidense de 26 años volvió a competir tras los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde decidió tomar un receso de dos años. Su regreso al deporte de alto rendimiento la convirtió en la gimnasta más ganadora de medallas de la historia gracias a los dos oros en el Mundial de Bélgica.

Simone Biles, la ganadora de la medalla de oro en el Mundial de Gimnasia Artisitca en Bélgica

Simone Biles fue durante mucho tiempo un ícono en el mundo de la gimnasia artística. Con una carrera impresionante y una enorme serie de récords, su nombre se convirtió en sinónimo de excelencia en este deporte. Sin embargo, lo que realmente ha destacado a la estadounidense en los últimos años no fue sólo su destreza en el tapiz, sino también su valentía al hablar sobre la salud mental y su capacidad para volver a competir después de enfrentar desafíos personales significativos.

A lo largo de su carrera, Biles alcanzó un éxito que la coloca en una liga propia. Ganó innumerables medallas en campeonatos mundiales, tanto individuales como en equipo, y logró hazañas notables, incluida su inolvidable paso por los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016,  donde obtuvo cuatro medallas de oro en las disciplinas salto, suelo, barra y viga de equilibrio. Pero lo que realmente la diferencia es su habilidad para superarse a sí misma y elevar constantemente el nivel de dificultad en su rutina.

Sin embargo, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Biles sorprendió al mundo al retirarse temporalmente de la competición. A pesar de ser una de las favoritas para ganar múltiples medallas de oro, decidió centrarse en su salud mental y bienestar en lugar de continuar compitiendo en un estado que no consideraba óptimo.

Su decisión de priorizar su bienestar personal y reconocer la importancia de la salud mental en el deporte fue un momento transformador en la historia olímpica.

La presión de competir al más alto nivel, junto con las expectativas abrumadoras y el escrutinio público constante, habían llevado a Biles a luchar contra problemas de salud mental, incluidas la ansiedad y la depresión. Su valiente elección de retirarse temporalmente no solo la protegió a sí misma, sino que también arrojó luz sobre la importancia de abordar la salud mental en el deporte de élite. Al hacerlo, se convirtió en un modelo a seguir para los atletas de todo el mundo que también luchan con problemas similares.

Tras su retiro de Tokio 2020, se embarcó en un viaje de autoconocimiento y autocuidado. Buscó el apoyo necesario y trabajó en su salud mental, demostrando una vez más su fortaleza y determinación. Su regreso a la competición en 2021 fue muy esperado, y no defraudó. Volvió a la competición en el Campeonato Nacional de Gimnasia de Estados Unidos, demostrando que su habilidad y destreza no habían disminuido en absoluto y seguían intactos. Su presencia en el escenario, su gracia y su capacidad para realizar movimientos increíblemente difíciles, dejaron claro que seguía siendo una fuerza imparable en la gimnasia artística.

 

Tras no haber participado después de Tokio 2020 en ninguna otra competencia más por un período de dos años, la gimnasta volvió a ponerse la banda representando a su país con la ilusión de poder conseguir con este Mundial de Gimnasia Artística disputado en Bélgica la participación en París 2024.

La siete veces medallista olímpica y 25 veces medallista mundial,  volvió al tapiz el sábado 7 de octubre, sumando a su medallero dos medallas más de oro y convirtiéndose en la más ganadora de la historia con un total de 37 preseas entre Mundiales y Juegos Olímpicos.

Con un salto arriesgado en el que no pudo completar el «Biles II» que le pudo haber costado la medalla de oro, los jueces la puntuaron con medio punto por no haber podido aterrizar de forma controlada y al haber caído de espaldas sobre la colchoneta. En la disciplina de barra de equilibrios, logró la mejor nota de todas las participantes con un puntaje de 14,800. En lo que quedó de la disciplina de suelo, la estadounidense se proclamó nuevamente en lo más alto del podio de las mejores concursantes con 14,633 puntos sin ningún fallo. En cuanto a barras asimétricas, quedó quinta con 14,200 puntos. Y en salto de caballo, quedó segunda con 14,549 puntos.

 

Con el oro en su poder, superó en la historia a la gimnasta Vitaly Scherbo, quien tenía 33 medallas acumuladas entre Mundiales y Juegos Olímpicos, y volvió a respirar y soñar con una vuelta con gloria a los próximos Juegos Olímpicos.

 

Delfina Azzetti – 2ºA Turno Mañana