En el Mundial de rugby se juega y también se reza

Entre Tonga y Sudáfrica se golpearon y se dieron duro durante 80 minutos, pero luego los 30 jugadores terminaron sobre el círculo central del campo orando.

Tras un duro partido del Mundial de rugby que se está desarrollando en Francia, los 30 jugadores de Sudáfrica y de Tonga se reunieron en el círculo central de la cancha y juntos se pusieron a orar. Después de golpearse tanto y darse duro durante los 80 minutos, y antes de compartir una comida o una bebida en el tercer tiempo todos mezclados y divirtiéndose como si fueran entrañables amigos, se produjo esta escena de camaradería. En el juego propiamente dicho ya se había producido la victoria de los Springboks por 49 a 18 en Marsella.

Los 30 jugadores más colaboradores se unieron en el campo del estadio Velodrome para formar un círculo, inclinarse sobre el césped y rezar. Sí, rezar. Intercalados, como una cadena de oración blanca y verde, como los colores de las camisetas, ambos equipos se unieron en una oración. En la misma sintonía actuaron los capitanes, Siya Kolisi y Ben Tameifuna. Cuando se acercaron, se abrazaron e intercambiaron camisetas, con lo difícil que es para todo el segundo, pilar derecho tongano- hacerlo. Generalmente necesitan el apoyo de un compañero o rival, puesto que el largo de brazos no alcanza a llegar hasta el borde inferior de la ropa, sobre todo luego de una extenuante batalla.

Justamente, el forward de Tonga se refirió a lo duro que había resultado el juego: «Algo que destaca a los Springboks es su intensidad física, por lo que debíamos combatir fuego con fuego, si no lo hubiéramos hecho el resultado podría haber sido otro. Estoy orgulloso de los muchachos, han aguantado durante largos períodos. Definitivamente, habrá algunos cuerpos doloridos mañana, eso es seguro”.

Kolisi, el primer capitán negro en la historia de los Springboks, también se refirió al momento de comunión: «Fue realmente lindo, son un gran equipo, muy difíciles de enfrentar y pusieron todo en la cancha. Sabíamos que iba a ser un partido difícil. Agradecemos a quienes nos apoyan y a nuestras familias que vinieron hoy, esperamos haber hecho lo suficiente para clasificar a la siguiente ronda”.

Ariel Díaz, 2° B, turno mañana