Un profesor de una escuela técnica de Bariloche, entre los 50 mejores docentes del planeta

Es Bruno Guillén, que en el centro de educación técnica Jorge Newbery impulsa un proyecto educativo en el que los estudiantes diseñan e imprimen artículos en 3D para ayudar a personas con artritis reumatoidea.

Bruno Guillen, profesor nominado entre los 50 mejores del mundo

Un profesor de una escuela técnica pública impulsó junto a sus alumnos un proyecto educativo con fines sociales en el cual sus estudiantes son los encargados de diseñar e imprimir en formas 3D dispositivos de ayuda para personas con artritis reumatoidea fue seleccionado entre los 50 finalistas del premio Global Teacher Prize 2023, en la octava edición del premio internacional que reconoce a los mejores docentes del mundo.

Bruno Guillén, de 38 años, es técnico electromecánico, perito constructor y docente en el centro de educación técnica N.º 2 Jorge Newbery, una de las escuelas más grandes de Bariloche y de las más añejas, que este año cumplirá su aniversario numero 70. Allí da clases de diseño asistido por computadora y taller de oficina técnica a estudiantes que van desde los 15 a 19 años, que es equivalente a los últimos 3 años del ciclo de escuela secundaria.

El profesor está entre los 50 finalistas que participan por el premio de un millón de dólares que organiza la fundación Vakery junto con la colaboración de la UNESCO y en alianza con la organización Dubai Cares. En una entrevista que realizó con los medios Guillén dijo: “Siempre me gustó enseñar, desde chico. Fue una emoción muy grande esta noticia. Tenía fe. Estoy feliz». El docente fue seleccionado entre mas de 7000 postulaciones y nominaciones de 130 países.

Bruno contó que desde el año 2019 que trabaja en el proyecto de nombre «ayuda en 3D» y que se dedican a diseñar e imprimir con los estudiantes dispositivos de ayuda para un grupo de personas con artritis reumatoidea, una enfermedad discapacitante en la que se degeneran las articulaciones y la gente le cuesta hacer tareas que conlleven mucha fuerza con sus manos ya que se les inflaman las manos, rodillas, tobillos, hombros o codos, por ejemplo.

El origen del proyecto se da en 2019 cuando Guillén ya implementaba las impresoras 3D en la escuela técnica como docente, pero una psicóloga se le acercó hasta la institución contándole que trabajaba con un grupo de mujeres con artritis reumatoidea. También le comentó que el 80% de las personas que tienen esta enfermedad autoinmune son mujeres y que en Bariloche era muy difícil encontrar dispositivos de ayuda que, además de todo, son muy caros y difíciles de conseguir. La psicóloga le preguntó si con impresiones 3D se podían hacer estos dispositivos, y él, junto a sus alumnos, hicieron los planos de las piezas mecánicas gracias a los conocimientos de dibujo técnico.

Hasta el momento, más de un centenar de personas fueron beneficiadas por los dispositivos que fabricaron el docente junto a este grupo de estudiantes y que además fueron entregados de forma gratuita.

Para el desarrollo de los dispositivos hubo un encuentro entre docente, alumnos y pacientes para realizar actividades en las que las mujeres con este diagnóstico contaron todo lo que sentían y experiencias en las que se les dificultaba las actividades así ellos podrían comprender ese dolor para hacer el mejor trabajo posible.

Los dispositivos que producen en el instituto ayudan a abrochar botones, subir un cierre, abrir botellas, portallaves que envuelven a la llave y facilita abrir un candado o una puerta casi sin hacer fuerza evitando dolores mayores.

Thomas Bermúdez, 2° A TT