Con la mira puesta en la próxima jornada electoral, los dos principales grupos opositores buscan fortalecerse y hacerle frente al oficialismo.
Por un lado está “La libertad avanza”, coalición electoral de ultra derecha liderada por Javier Milei, que en los comicios de agosto ganó en 16 provincias con más del 30% de los votos.
Su propuesta electoral está basada en una reforma “integral” dividida en 3 etapas, que, afirma, le llevará aproximadamente 35 años llevarla a cabo.
En una primera instancia se recortaría el gasto público (el famoso plan motosierra mencionado por los medios), se bajarían impuestos y se haría una flexibilización laboral, al mismo tiempo que se realizaría una reforma financiera.
En la segunda etapa plantea privatizar el sistema público de retiros y pensiones, estableciendo en su lugar un plan de retiros voluntarios, eliminando los planes sociales y cerrar el Banco Central.
Y, por último, privatizar los sistemas de salud y de educación, acompañados de una serie de reformas.
El libertario reduciría la cantidad de Ministerios, dejando así un total de 8 (Economía, Justicia, Seguridad, Interior, Defensa, Relaciones Exteriores e Infraestructura, creando el novedoso “Ministerio de Capital Humano” en el cuál incluya Salud, Desarrollo Social, Trabajo y Educación).
Propone un área de Control de Gastos dentro de cada ministerio, y cerraría varias instituciones tales como Télam, TV Pública, INCAA, INADI, etc.
En el terreno de lo social, impulsa la derogación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo y alienta la libre portación de armas.
También propone a disminuir la edad de imputabilidad de los menores, aunque aún no confirmó a cuánto, y prevé disponer una reforma en las cárceles.
Económicamente, una de sus propuestas es la dolarización, plan liderado por Emilio Campo. El economista plantea una libre elección de moneda, que según dice, terminaría en la dolarización económica.
Laboralmente, busca “promocionar una nueva ley de contrato de trabajo sin efecto retroactivo, cuya principal reforma resulte eliminar las indemnizaciones sin causa para sustituirlo por un sistema de seguro de desempleo a los efectos de evitar la litigiosidad”.
En cuanto a la educación, sugiere un largo camino hacia su privatización con la implementación de un sistema de vouchers para que cada persona asista al colegio o universidad que pueda pagar según sus ingresos. Además eliminaría la obligatoriedad de la Educación Sexual Integral (ESI) en todos los niveles.
Por el otro lado, está Juntos por el Cambio, liderado por Patricia Bullrich.
Su plataforma electoral está dividida en nueve apartados:
Respecto a la inflación, buscará lograr un equilibrio fiscal, reducir impuestos, y lograr la independencia del Banco Central.
Antepondrá “crear empleo privado de calidad”, y para esto, apuntan a la importancia de eliminar trabas y regulaciones. “Quitaremos el peso del Estado sobre quienes producen”, aseguraron.
En cuanto a las jubilaciones fueron contundentes al asegurar que estarán protegidas de la inflación.
Sobre la educación, proponen una renovación en la escuela secundaria, que incluya conocimientos científicos, tecnológicos y también prácticas profesionalizantes para los estudiantes. Para las Universidades, promoverán mayormente la ofertas de carreras cortas, y ser transparentes con la asignación de recursos que administra la Secretaría de Políticas Universitarias.
Siendo la seguridad uno de los principales pilares de su campaña quiere construir cárceles de máxima seguridad. También hace hincapié en la necesidad de desplegar mayor cantidad de efectivos policiales, mayormente en los barrios más vulnerables, y en conjunto con Las Fuerzas Armadas y de Seguridad, combatir el narcotráfico.
De hecho, su candidato a vicepresidente Luis Petri es un admirador de las políticas de Nayib Bukele, presidente de El Salvador, reconocido por su política de mano dura hacia las pandillas narco.