Policías de la Ciudad salvaron a una mujer de un ataque de su expareja en Saavedra  

La joven de 29 años fue acechada durante varias cuadras por su exnovio, el personal trainer Julián Alberto Reina, de 39 años, que contaba con un arma de fuego cargada.

Intento de femicidio en Saavedra
Intento de femicidio en Saavedra

Una mujer identificada como Dana Pontoriero sufrió un intento de asesinato por parte de su expareja, quien intentó dispararle en la cabeza en reiteradas ocasiones, pero afortunadamente la bala no salió. Agentes de la Policía de la Ciudad se percataron y actuaron de manera inmediata para lograr detener al agresor, que se encuentra bajo la custodia de la Policía Federal Argentina (PFA). Fue el pasado jueves en Superí al 4200, en Saavedra.

El hecho quedó grabado por las cámaras privadas de seguridad de un edificio. En ellas se ve cómo el personal trainer la perseguía con un casco en sus manos, donde tenía oculto un revólver calibre 32, y cuando alcanzó a la víctima, lo sacó, gatilló y luego, cuando estaban cara a cara, volvió a gatillar, pero el proyectil afortunadamente nunca salió.

Dana relató: “Siento que me gatillaba en la cabeza, pero pensé que era un arma de juguete”. Y le dije: ‘¿Estás loco?'». Luego, la víctima contó que el atacante trataba de arreglar el desperfecto en el revólver. Y ella, al darse cuenta del peligro que atravesaba, salió corriendo y gritando en busca de auxilio. Justamente pasaba un patrullero de la policía, de la División Despliegue Intervenciones Rápidas (DIR) de la Policía de la Ciudad, que se había percatado de los gritos de la mujer. Un oficial se bajó del móvil y dio la voz de alto. El agresor no se detuvo y corrió hacia la víctima, por lo que los policías se vieron obligados a ejecutar 3 disparos para reducirlo.

La ambulancia del SAME asistió al traslado de urgencia de Julián Alberto Reina, derivado al Hospital Pirovano, donde fue intervenido quirúrgicamente por heridas de bala en el glúteo derecho, brazo derecho y muslo derecho, sin correr riesgo de vida. Según el parte médico, se percibió una fractura expuesta en el radio, pero “el paciente, luego de la intervención, se encuentra lúcido, orientado y tiene buena evolución de las heridas”.

La joven, luego de que el ataque terminara, recibió la contención del Cuerpo Único de Psicólogos (CUP) de la Policía de la Ciudad y, debido a una “crisis de angustia” que conllevó el fuerte momento atravesado, fue trasladada de inmediato al Hospital Zubizarreta, donde recibió atención médica. Luego prestó declaración ante los detectives de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA), derivados por la jueza porteña Patricia Guichandut, encargada en lo criminal y correccional, de la Superintendencia de Protección Familiar y Violencia de Género de la Policía de la Ciudad.

El caso fue tomado por la fiscalía de la zona, a cargo de José María Campagnoli, y la causa recayó en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 62, al mando de Patricia Susana Guichandut.

Dana puede contar, afortunadamente, que sobrevivió a un intento de femicidio. Se conoció que 4 días antes, según reveló la joven, habría sido partícipe de una situación similar, ya que Reina la había estado esperando en la esquina de su casa por horas, acosándola, pero gracias a los policías que patrullaban en la zona fue demorado. Por ambas situaciones, la mujer agradeció el rápido accionar de los efectivos de la comisaría 12ª de la Policía de la Ciudad, a quienes denominó sus ”ángeles de la guarda” y que gracias a ellos puede estar un día más con su hija.

“De no haber sido por la intervención policial, hoy podría ser una nueva víctima de violencia de género», indicó.

Se espera el resultado de las pericias balísticas y el motivo por el cual el proyectil del arma de Reina no salió. También debe prestar declaración el personal trainer, imputado por tentativa de femicidio y atentado y resistencia a la autoridad. Según los relatos de especialistas en balística, creen que el atacante no habría cargado las balas correspondientes al arma utilizada, lo cual habría ocasionado que los proyectiles no salieran al apretar el gatillo del revólver.

 

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