La Tercera… y no es la vencida

Ya pasaron casi siete meses de la gloria eterna, pero los recuerdos no se borran, y algunos de ellos pueden resurgir a través de los libros.

Cuando un Mundial llega a su final solo quedan los ecos de los festejos de los ganadores, la tristeza de los perdedores, se apagan las luces, queda el silencio, todo vuelve a la normalidad y entramos en la etapa de los recuerdos. Algunos forman parte de la imaginación y otros están presentes de manera material.

Hoy la tecnología y la híper conectividad hace que la vivencias queden reflejadas y uno puede recurrir a ellas cuando lo desee sin importar momento ni lugar en el que uno se encuentra. Pero en este Mundial donde hubo una cobertura periodística sin precedentes, con transmisiones durante las 24 horas de varios medios, desde adentro de la concentración y desde afuera, reflejando lo que ocurría al instante en ese lugar desconocido para casi todo el mundo como es Qatar y que llevó a la gente a sentirse muy familiarizados con ese país exótico; con los choques culturales que ese territorio generaba en la previa de un evento tan importante y que se vive en todo el planeta. Quienes generaron esa sensación de estar en las canchas, de recorrer sus calles, de conocer cada recodo del país anfitrión fueron los periodistas ya sea desde la gráfica, la radio, la televisión y las distintas plataformas, que hicieron que la gente pueda vivir la Copa del Mundo sin la necesidad de estar en tierras qataríes. Precisamente dos de ellos que sintonizaron una misma idea y la trasladaron al papel mediante un libro que retrata desde distintos ángulos qué pasó durante los días previos y más precisamente durante todo el desarrollo fueron Gastón Edul, pegado a la línea de cal y desde la zona mixta, y Alejandro Wall, honrando la tradición de la prensa escrita que nos regalaron en los días de Qatar 2022 crónicas, análisis e información de alto nivel. 

Esta es la historia íntima de la Copa del Mundo que el futbol le debía a Lionel Messi; la construcción de Lionel Scaloni, el héroe modesto, el técnico menos pensado; el uno a uno de ese grupo de jugadores y asistentes que torció la historia con sus propias reglas. Centrándose en la final contra Francia, «La tercera» va y viene en el tiempo, contando lo que no se vio, analizando en forma punzante lo que sí se pudo contemplar y apostando a las nobles armas de la pasión y el periodismo para dejar testimonio de una alegría interminable. Y que quedará en las retinas de la gente para varias generaciones, no sólo por las protagonistas sino también por todo lo que ocurrió en el medio y los distintos estados por los que pasó el equipo hasta coronarse finalmente.

Este libro, «La Tercera», que según Gastón Edul nació por la gente, de manera espontánea y por eso es que él ni siquiera tuvo que pensarlo. «Me agarró en un momento en el que estaba un poco cansado porque estuve allá 50 días, pero Ale me empujó mucho y me ayudó como para poder hacerlo», expresó el periodista que cubre a la Selección Argentina, quien nombró a Alejandro Wall. También se refirió a esa experiencia mundialista: «La conjunción de lo que se terminó dando con Argentina campeona del mundo, que es un hecho inolvidable, y que después continúa con haber hecho un libro sobre esto». Además nombra la maravillosa experiencia vivida desde lo cultural, con la primera Copa del Mundo en tierras árabes, y la necesidad de encontrar historias que se crucen con quienes «veníamos de otro mundo». Ambos coinciden en que la inyección para poder hacerlo fue ese suceso memorable, a pesar de la experiencia mundialista en sí.