El fútbol argentino y la depresión: un tema que preocupa

Ante la trágica muerte del jugador Federico Maraschi, vuelve a ponerse de relieve el problema de la autoestima y la falta de contención, sobre todo, en el ambiente del ascenso

El pasado jueves se dio a conocer el fallecimiento a los 38 años de Federico Maraschi, jugador de Ciudad de Bolívar y con pasado en el ascenso del fútbol argentino, con pasos por Almirante Brown, Barracas Central, Defensores de Belgrano, Atlanta y Deportivo Merlo, entre otros. 

La causa de su muerte indicó que fue un suicidio a causa de ser víctima de una fuerte depresión a lo largo del último tiempo. Este trágico acontecimiento vuelve a llenar de tristeza el ambiente del fútbol argentino, debido a que no es la primera vez que ocurre el suicidio por depresión en este ambiente. 

Hace no más de unos pocos meses se dieron a conocer noticias con el mismo denominador común;  Maximiliano Gay, exjugador del ascenso que decidió colgar los botines en el año 2019 luego de jugar su última temporada en San Martin de Burzaco. Las investigaciones indicaron que la causa de su suicidio fue por una fuerte depresión, que lo habría acompañado en el tiempo. 

Otros de los casos en el tiempo fue la de Claudio Apud, exjugador de Huracán de White, fue otro de los casos donde decidió quitarse la vida a finales del año 2018. Hay muchos más ejemplos, donde algunos dieron como resultado a la quita de la vida u otros en acciones previas que dan el pie para poder intervenir a tiempo. 

En 2021, la FIFA lanzó la campaña ReachOut para concientizar sobre la salud mental. Según datos obtenidos de FIFPRO, el sindicato internacional de futbolistas profesionales, el 23% de los jugadores en actividad sufre trastornos del sueño, el 9% padece depresión y otro 7% sufre ansiedad. Estas cifras aumentan entre los futbolistas retirados: el 28% tiene problemas para dormir, y la depresión y la ansiedad afectan, respectivamente, al 13% y al 11%. Para Sucarrat, que trabajó en Rosario Central y Colón de Santa Fe, la campaña ReachOUT es “un gran paso para el fútbol porque se visibiliza la problemática”.

Ante esta iniciativa, la FIFA siguió incluyendo todo tipo de herramientas que aportan y mejoran este accionar, uno de ellos en el año pasado a fines de octubre una colaboración de FIFA y Calm. 

A nivel un poco más terrenal, los equipos del ascenso comenzaron a tener en cuenta la alerta y empezaron a tomar acciones para que sus futbolistas se sientan respaldados. Uno de ellos es el club Excursionistas, hoy en la primera C del fútbol argentino, a través de su departamento social fundado en el año 2021. Para poder evitar que todo eso que pasa afuera de la cancha no tenga influencia en él adentro, el club de ascenso viene trabajando en todo este sentido con el enfoque en sus inferiores, entre chicos de 17 a 20 años, con el fin de poder llegar a sus jugadores. 

Dentro de este Departamento Social, tiene como fin algunos puntos: La capacitación del desarrollo mental al futbol, espacios para que los jugadores puedan expresarse con libertad y confianza, encuestas y estudios para contribuir al cuerpo técnico, acompañamiento personal ante los conflictos de los jugadores, mediar entre cuerpo técnico y jugadores en caso de conflicto, coordinar con organismos del Estado para contribuir con conflictos personales y evitar el abandono escolar de los futbolistas. Con la mirada que incluye una variedad de estrategias para llegar a sus jugadores, es una experiencia que logró pensar en imitación por parte de otras instituciones.  

Decir que este tema está cerca de ser solucionado es un completo error, es un camino que el deporte comienza a tratarlo y dejar de verlos como jugadores de fútbol y empezar entender que son seres humanos y cuentan con los problemas como todo cuidado normal, más aún, en Argentina, deportistas que juegan en el ascenso. La gran mayoría de integrantes de los equipos del ascenso se rebuscan la vida con uno y dos trabajos extras para lograr traer el pan a sus hogares. 

Así como Federico Mariachi hay un montón de ejemplos, como anteriormente se mencionó, pero el dato alentador es que las instituciones ya comenzaron a tomar cartas en el asunto y dar a los chicos que cuentan con problemas personales darles un apoyo y oído.