La importancia del factor psicológico en los jugadores de la NBA

Las presiones, las lesiones y los problemas personales afectan a varios basquetbolistas de la liga más relevante del mundo y terminan afectando sus carreras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la NBA pasaron muchos  jugadores a lo largo de los 75 años que tiene la competición. Un factor que aturde a los especialistas en psicología es el estado anímico y psicológico de los basquetbolistas que ven afectados sus rendimientos debido a las presiones de un deporte de alto rendimiento, con un cúmulo de exigencias que terminan repercutiendo en sus carreras.

¿Qué provoca que estos jugadores sufran esto? La respuesta no es sencilla ni mucho menos pero si hay varios factores, ¿Cuáles son? Uno de ellos es el estrés que sufren ya sea por acumulación de partidos, la presión de ser alguien que rinda porque de no ser así ningún equipo lo va a tener en cuenta o no ser el perfil de jugador que hoy en día la NBA tiene más en cuenta.

Las lesiones son otro elemento que le juega en contra a la asociación estadounidense. Hubo casos en los que los protagonistas llegaron al punto de pensar en el suicidio.

Un jugador que tuvo dichos pensamientos es John Wall, jugador de Los Ángeles Clippers que tuvo un pasado en Washington Wizards (elegido en la posición n°1  del draft en el 2010) y Houston Rockets. Wall fue catalogado como uno de los mejores bases en la competencia por ser muy completo. Tenía ataque, defensa, electricidad y velocidad pero lamentablemente pasó por una de las peores lesiones que puede tener un basquetbolista, la rotura del tendón de Aquiles de la pierna izquierda.

Al principio no era muy grave ya que parecía ser una lesión en el talón izquierdo pero sufrió una infección en la cirugía y ahí se le rompió el tendón de Aquiles. Esta lesión lo hizo perderse toda la temporada restante (2018/19) y toda la temporada 2019/20.

Mediante su recuperación tras la rotura del tendón, su madre, quien se encontraba enferma falleció en diciembre del 2019 tras luchar con el cáncer. Y un año más tarde, a raíz del Covid-19 que sacudió a todo el mundo, su abuela fue una de las millones de víctimas del virus. Todos estos factores llevaron a Wall a tener pensamientos suicidas.

Cuando ya estaba recuperado en la temporada 2020/21 él y su equipo, Houston Rockets por aquel entonces, decidieron que no iba a tener minutos en cancha, lo querían traspasar por su multimillonario contrato ya que es el segundo salario más alto de la NBA.

A principios de agosto, Wall habló en un evento para su difunta madre en el Ejército de Salvación en Raleigh, Carolina del Norte. Su madre era voluntaria en el condado de Wake.

«En un momento pensé en suicidarme. Quiero decir, solo desgarrarme el tendón de Aquiles, mi mama enferma, mí mama falleciendo, mí abuela murió un año después, todo esto en medio de COVID y al mismo tiempo, yo yendo a quimioterapia, yo sentado junto a mí madre respirando por última vez usando la misma ropa durante tres días seguidos acostado en el sofá junto a ella», afirmó.

Otro ejemplo de cómo una grave lesión puede afectar la vida deportiva de un integrante de la NBA se dio con Gordon Hayward. Actualmente juega en Charlotte Hornets aunque tuvo un pasado en Utah Jazz y Boston Celtics.

El jugador estadounidense fue elegido en la novena posición del draft en el año 2010 por Utah Jazz, equipo en el cual estuvo hasta la temporada 2016/17. Muchos equipos lo querían y cuando terminó esa temporada fichó como agente libre con los Boston Celtics.

Tenían un equipo que aspiraba a lograr el preciado anillo y disputaron el partido inaugural frente a los Cavaliers de Lebron James. Todo marchaba bien hasta que se rompió la tibia y el tobillo de la pierna izquierda por lo que dejó en shock a todo el mundo que se encontraba en el pabellón. Los jugadores se agarraban la cabeza, algunos lloraban, él mismo Hayward no lo podía creer, vio que su temporada ya había terminado.

Un año después volvió pero ya no era el mismo. Se lo notaba con el miedo de volver a lesionarse, en cada bandeja y cualquier movimiento bajo el aro se lo notaba raro y reservado, hasta se podría decir muy cuidadoso a la hora de atacar.

En 2019 se fracturó la mano izquierda. Luego fue traspasado a los Hornets. Aunque en diciembre del 2021 se rompió el dedo meñique de la mano derecha por lo cual otra vez quedó ausente en el equipo.

Lucas More, 2B Turno Mañana