El 11 de junio Victoria Donda se encontraba en la confitería London City merendando junto a otra mujer cuando un hombre la interceptó y aprovechó para grabarla mientras se encontraba en el local y compartir en las redes sociales cómo trataba de difamarla. Según aseguró Vicky, el hombre traía consigo una bandera de la Confederación de los Estados Unidos y una remera con el Reichsadler nazi (razón por la cual podría ser enjuiciado por infringir la ley N°23.592 basado en el artículo 16 de la Constitución Nacional), además trabaja en el Banco Central. Ante esta situación, se animó a proponer una ley que vaya contra las fake news y declaró a Radio con Vos:
«No podemos seguir haciendo política de esta forma. Hay que empezar a dejar las cosas claras, porque es muy peligroso lo que estamos haciendo, estamos generando una sociedad que legitima el discurso de odio, que genera violencia (…) Después de eso me puse a pensar en mis viejos y en esa generación a la que tuvieron que tirarle tiros, matarlos, tirarlos de aviones para que se callen. No nos pueden ganar con dos noticias falsas y 1.500 tuits»
Esta no es la primera iniciativa para intentar poner límite en el uso del internet y las redes sociales, en marzo de este mismo año, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, armó la polémica tras declarar que el Gobierno estaba trabajando en un «pacto» para mejorar el uso de los mismos. Esto alarmó a muchas personas ya que asemejaban la medida como un intento de limitar la libertad de expresión y tapar cualquier tipo de información que afecte a los intereses de los ministerios a pesar de que Alberto Fernández negó que esto iba a ser así.
El escrache como herramienta
Lo que conocemos como «escrache» hoy en día tiene sus raíces por los años 90 por las manifestaciones ocurridas durante la presidencia de Carlos Menem, pero su auge llegó en la década pasada con la llegada de las nuevas plataformas de comunicación como Twitter y Facebook y su gran masividad, esto supuso para muchas personas la herramienta perfecta para denunciar cualquier tipo de injusticia y hacerla saber al público en general ya sean verídicas o no y que se puedan corregir. Sin embargo, sus consecuencias pueden ser horribles; desde linchamientos, persecuciones y hasta la muerte, tal es el caso de Agustín Muñoz quien se suicidó a fines del 2018 tras haber sido escrachado falsamente por su pareja acusándolo de ser un abusador.
Fuente: Infobae
¿Evitar las fake news o evadir escándalos?
Resulta que para la mandamás del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, esta no fue su primera experiencia de ser acusada por las redes, en enero del 2021 salió a la luz un escándalo donde tenía una empleada en negro y le ofreció un cargo en el organismo, junto con varios planes sociales, acción por la cual ya tuvo denuncia. Además, en varios cruces con Ángel Etchecopar y Cynthia Hotton fue acusada de ser discriminadora con ambos, algo inadmisible teniendo en cuenta el cargo que ocupa.
Debido a estos antecedentes se sospecha que, si fuese el caso de que el Gobierno saque una ley que vaya en contra de las noticias falsas, este tipo de información se oculte, multe o hasta se incrimine a la persona que haga pública la data. Además también se haría cargo la INADI de catalogar qué considera que es un discurso de odio y que no, lo que puede llegar a general problemas.
¿Será proyecto de ley?
Por el momento no hay nada oficial que afirme que la propuesta se va a llevar a la Cámara de Diputados, sin embargo, no hay que descartar la posibilidad de que prontamente se postule la idea a votación, teniendo en cuenta los antecedentes de marzo.
Matías Nicolás Domínguez Campo – 2°B Turno Tarde