El primer juego de las finales de la NBA tuvo todo. Emoción, sufrimiento, puntos increíbles, y una remontada para la historia de los Boston Celtics. Un partido en donde pesó el carácter, jerarquía y experiencia de un equipo de baloncesto que posee, en sus palmareses, 17 anillos en toda su historia. La prueba más fidedigna se reflejó en el juego uno y aún nos quedan más por disfrutar.
¿Por qué heroica? Porque Boston la pasó realmente mal todo el partido, salvo el último cuarto de hora. Porque el comienzo de los Warriors fue perfecto, arrasador. Con un Stephen Curry siendo figura, promediando 21 puntos y 6-8 en triples solamente en el primer parcial. Sin embargo, el final del primer cuarto no pareció resaltar esa superioridad evidenciada en el juego. 32-28.
¿Cómo defendés esto?
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El desenlace de la primera mitad demostró una paridad justa entre los Warriors y Boston. Un tablero que reflejaba la ventaja de los de verde por tan sólo dos puntos. La primera vez que los dirigidos por Ime Udoka se adelantaban en el marcador. Lo que no sabían, los 18 mil espectadores en cancha, es que la actuación de los Celtics estaba por mejorar.
Sin embargo, en el tercer cuarto los Warriors volvieron a igualar su mejor versión, similar a lo ocurrido al comienzo del encuentro, encajando así 38 puntos contra los 24 de Boston. El marcador explicaba que las cosas estaban 92-80, a favor de los de Steve Kerr. Cualquier aficionado, allegado o no tanto, a la NBA, entendería por simple lógica que la victoria estaba encaminada. Pero no fue así.
Dar por muerto a un equipo legendario como Boston es igual que dar por muerto al Real Madrid en la Champions League, a Rafael Nadal en Roland Garros, y así varias analogías más se podrían hacer. Porque el último cuarto que se presenció ayer en el Chase Center fue mágico, histórico y hasta trágico para los Warriors, claro.
Esperó más que nadie (en partidos de Playoffs jugados) para jugar un partido de Finales NBA y en su primer juego rompe un récord histórico.
Al Horford. pic.twitter.com/tO3HNaAhIy
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La llave para lograr la remontada fue Al Horford, quien disputó el jueves su primera final de NBA. El dominicano logró 26 puntos y 6 triples, una marca espectacular, sobre todo en los tiros en la línea de tres. Nadie lo veía venir. Jaylen Brown también se destacó anotando 24 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias. El cuarto final redondeó 40-16 a favor de Boston Celtics, dando por hecho la vapuleada, como también la remontada heroica por 120 a 108.
Juan Ignacio Di Sciascio, 2° A, TN