El alemán Boris Becker, el ocaso de un gran campeón

El ex tenista, tricampeón en Wimbledon, fue condenado a 30 meses de prisión por fraude bancario.

Boris Becker el ex tenista
Un nuevo problema para la vida de este señor

Un nuevo capítulo comienza en la vida de Boris Becker. El ex tenista alemán, recordado por sus grandes logros como el tricampeonato de tenis de Wimbledon, fue condenado a 2 años y medio de prisión debido a la transferencia de manera ilícita de grandes sumas de dinero y de ocultar activos después de declararse en bancarrota.

La primera noche en la prisión de Wandsworth donde actualmente está encarcelado se le permitió hacer una llamada. Se descubrió que el ex deportista, de actualmente 54 años de edad, encubrió activos y préstamos durante estos años por valor de 3,14 millones de dólares para evitar pagar sus deudas. Ahora deberá cumplir al menos la mitad de la condena, un mínimo de un año y tres meses, para salir en libertad.

La bancarrota se le declaró en junio de 2017, adeudando a los acreedores unos 62 millones de dólares por un préstamo que fue impago de 4 millones en la propiedad que posee en Mallorca, España. Se comprobó que transfirió alrededor de una suma de 500.000 dólares de su cuenta comercial a otros, adjuntados los de sus ex esposas Bárbara Feltus y Sharley Lilly Kerssenberg.

Becker tampoco declaró haber participado en una propiedad de 1.260.000 dólares en Leimen, su ciudad natal, ocultö un préstamo bancario de aproximadamente 880.000 de dólares, valorado en 1.4 millones con intereses, y también  75.000 en acciones de una empresa tecnológica, valorados en 83.000.

A Becker ya lo habían condenado a dos años por evasión de impuestos e intento de evasión de impuestos por valor de 1,7 millones de dólares en Alemania en el año 2002. Se lo declaró culpable el 8 de abril por cuatro delitos de la Ley de insolvencia entre junio y octubre de 2017. Cada uno de los cargos conllevaba a una sentencia máxima de siete años de prisión. La jueza Deborah Taylor condenó al campeón alemán a 30 meses de prisión, de los cuales deberá cumplir al menos la mitad.

Pasó por buenos y malos momentos a lo largo de su vida, en una carrera como deportista en la que convivieron la fama, los tumultos, sus diferentes divorcios, inclusive los cambios físicos estando en plena actividad y ahora la más reciente noticia de todas que estará en prisión por dos años y medio.

Fue la estrella sensación en el tenis a mediados de 1985. Le decían “Boom Boom Becker”. Un tenista explosivo. Aquella vez tenía 17 años y 7 meses. Y de la nada, brilló en Wimbledon y se transformó en rey en el All England. Es el campeón más joven de la historia y en sus vitrinas acumuló 49 torneos individuales y 15 de dobles.

En lo que respecta a sus cambios físicos eran muy notorios, por momentos se lo veía fortalecido, espigado. En otras épocas del año, además de no estar con demasiados reflejos ni la velocidad habitual, se lo veía con el cuerpo hinchado. Sus detractores decían que obedecía a una excesiva ingesta de alcohol, básicamente la cerveza. Hasta le habían inventado un apodo para esos casos: era “Boris Bieckert”, haciendo un paralelo de su apellido con la marca de cerveza.

Los problemas no demoraron en llegar a su vida. Su primera pareja, la famosa modelo Bárbara Feltus, de raza negra, fue de las relaciones que más estuvo a la altura de las expectativas, hasta que naufragó. Se casaron en el año 1993 y provocaron una gran acción de marketing cuando se sacaron una foto para una portada de la revista Stern en la que ambos estaban desnudos. Fue el comienzo de una campaña mucho más amplia y que se iba a extender en el tiempo como un mensaje contra el racismo.

Con Feltus tuvo dos hijos: Noah y Elías. Al divorciarse de ella tuvo que pagar una suma de alrededor de 15 millones de dólares, propiedades en Miami y la tendencia de los chicos. Resultó el inicio de una loca y descabellada vida personal. Esos vaivenes emocionales se advertían en su juego propuestamente dicho y también en las alteraciones físicas.

En 2018 se separó de su segunda esposa Sharley Lilly Kerssenberg a la que había conocido en 2005 y llevaron a cabo una boda cuatro años después y en el 2010 tuvieron a su único hijo Amadeus, era una relación que parecía no tener fin. “Ellos mismos contaron que no les fue fácil tomar la decisión después de una relación amorosa de 13 años que llevaba 9 de casados. Lo más importante para ambos es la felicidad de su hijo, Amadeus que hoy tiene 12 años”, contó un allegado a la pareja.

La señora Lilly Becker le agradecido a su ex marido “por haber pasado momentos emocionantes e inolvidables para los dos con el amor más profundo y la confianza pero también cosas de alto nivel como viajes en jets privados, joyas de calidad y muchas cosas más”.

Kevin Bustos, 2° A, turno tarde