Los pibes a la cancha: la apuesta de los clubes argentinos

La vuelta al fútbol tras los meses de parate por la pandemia, suponía que los clubes argentinos iban a apostar fuerte por los jugadores juveniles, […]

La vuelta al fútbol tras los meses de parate por la pandemia, suponía que los clubes argentinos iban a apostar fuerte por los jugadores juveniles, ya que las instituciones viven una situación económica difícil y hubo un éxodo importante de jugadores; además, la eliminación de los descensos hasta 2022 fue el punto clave para que los jóvenes empiecen a sumar minutos.

La imposibilidad de hacer contrataciones de renombre motivó también a los clubes grandes a apostar por los jugadores de las divisiones menores, ya que las figuras que desean incorporar prefieren quedarse en Europa o ir a otros mercados donde la diferencia económica es realmente considerable.

El caso de Boca es más llamativo que el de River, porque hace años viene sucediendo en el club de la Ribera que los jugadores de inferiores se tienen que ir porque no juegan. Así lo manifestó Sergio Saturno, conocido ex jugador y hasta hace poco técnico de las inferiores de la entidad, despedido por la nueva dirigencia que renovó todos los formadores de las juveniles. En esta Copa de la Liga Profesional 2021, hay 53 futbolistas que se formaron en la cantera xeneize que juegan con otra camiseta.

Sin embargo, este año parece haber cambiado el panorama y los pibes se ganaron un importante lugar en el equipo de Miguel Ángel Russo. La decisión «bajó» desde el Consejo de Fútbol comandado por Juan Román Riquelme, que incluso tiene la idea de jugar la próxima Copa Argentina con todos jugadores surgidos de las inferiores del club.

No hace falta irse lejos, esta semana Boca enfrentó a Santos en un duelo de Copa Libertadores y en su formación titular hubo 7 jugadores de las inferiores: los mediocampistas Alan Varela, Cristian Medina y Agustín Almendra, los laterales Nicolás Capaldo y Agustín Sandez y los más experimentados, Carlos Tevez y Cristian Pavón. En el banco estuvieron Exequiel Zeballos y Luis Vázquez, dos juveniles con mucho futuro, y también Gonzalo Maroni y Agustín Obando, jugadores con un poco más de rodaje que entran en la rotación habitual del entrenador.

Obando, Medina y Varela, piezas importantes para Russo.

En River hay un proyecto serio que viene desde hace años, desde la llegada de Marcelo Gallardo a mediados de 2014. Si bien es una institución donde históricamente surgieron grandes futbolistas, el actual entrenador priorizó a los jugadores de la casa desde un primer momento y utiliza el predio RiverCamp para el desarrollo formativo de las divisiones juveniles.

El club de Núñez suele utilizar muchos jugadores de inferiores y éste contexto de crisis no fue la excepción. Entre los jóvenes se encuentran Julián Álvarez, que ya suma experiencia hace un par de años y suele estar entre los once del “Muñeco”. Además, los que están haciendo sus primeros pasos: el goleador Federico Girotti, Lucas Beltrán y Santiago Simón. El caso de David Martínez es particular, ya que, tras su gran rendimiento en Defensa y Justicia, River recompró una parte del pase y hoy es titular para Gallardo.

 

El RiverCamp, predio renovado donde juegan las inferiores.

La revelación en la Copa Maradona fue Banfield, que de la mano de Sanguinetti se apoyó en los jugadores del semillero y logró el subcampeonato tras perder la final por penales con Boca. Se destacaron y fueron la base del equipo Fontana (luego vendido a River), Galoppo, Coronel y Maldonado.

Vélez y Lanús siguieron con la costumbre de promover juveniles y consolidaron a los que ya venían jugando. Thiago Almada ya es figura y Luca Orellano es la gran aparición en Liniers, mientras que Zubeldía sostiene su equipo a base de jóvenes donde Tomás Belmonte, Pedro De La Vega y Lautaro Morales se destacan y los primeros partidos de Bernabei y Aude ilusionan a los granates.

En Avellaneda, los de Falcioni disfrutan a la joya Alan Velasco y tras la sorpresiva salida de varios centrales titulares, aparecieron Ostachuk, Barreto y Costa, en la defensa. En la Academia, Cáceres surgió en el lateral derecho y parece quedarse con el puesto del histórico Pillud.

San Lorenzo, por su parte, eligió vender rápidamente a Adolfo Gaich y Matías Palacios, dos de sus grandes promesas, con pocos partidos en Primera y sin haber podido disfrutarlos al máximo. Lo mismo sucedió en Estudiantes con Darío Sarmiento, el juvenil de 18 que fue vendido en 6 millones de dólares al Manchester City.

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Argentinos, conocido como “el semillero del mundo”, Huracán y los equipos rosarinos siguen sumando jóvenes en sus planteles como lo marca su historia y hasta Defensa y Justicia sumó títulos internacionales con jugadores del club.

Ante la crisis económica que atraviesan todos, potenciar a los juveniles es el mejor plan para fortalecer el patrimonio del club. Preparate que entrás, pibe…

Redacción: Lucas Rocco