Pero el amor es más fuerte: la revuelta de los hinchas que puso en jaque a los dirigentes

Así como en mayo de 1789, más de 200 años después se intentó llevar a cabo otra revolución burguesa, pero con un resultado totalmente distinto. […]

Así como en mayo de 1789, más de 200 años después se intentó llevar a cabo otra revolución burguesa, pero con un resultado totalmente distinto. Es que la intención de llevar a cabo un torneo elitista que nucleara a 12 de los equipos más poderosos de Europa dejó en evidencia un pequeño gran detalle: las revoluciones se logran con la adhesión de las masas.

Las manifestaciones de la última semana dejaron en claro que no todo está perdido para los amantes del fútbol, que el germen de la resistencia sigue tan vigente como las ganas de volver a un estadio. Los hinchas británicos no sólo se podrán jactar de decir que son los creadores del fútbol, cuando se junten en los bares antes o después de los partidos, sino que ahora también podrán contar a sus oyentes que ellos fueron parte determinante en la suspensión del proyecto de la Superliga Europea y que le demostraron a los “dueños” de los clubes que sólo son gerentes y que… trabajan para ellos. Fue por eso que dejaron la diplomacia para las celebridades o los políticos y fueron directo a los hechos, como fue el caso de los fanáticos de Chelsea, que el pasado martes se apostaron en las afueras del Stamford Bridge para bloquear el ingreso del equipo para disputar un partido. Tras frases como “Vamos a salvar el juego”, los hinchas londinenses dejaron muy clara su postura antiseparatista.

Lo mismo ocurrió por el lado de Arsenal; el club se vio en la necesidad de disculparse con sus adeptos a través de su cuenta oficial de Twitter. «Después de escuchar a ustedes y a la comunidad del fútbol en general, decidimos retirarnos de la Superliga. Cometimos un error y nos disculpamos por ello», expresó el comunicado.

Otro club que vio teñida su mañana con banderas y pancartas fue Liverpool; alrededor de Anfield se vieron frases como “debería darles vergüenza” que cordialmente invitaba a los dirigentes a tomar la decisión correcta. No mucho tiempo después el dueño del club, John W. Henry, le pidió disculpas a sus hinchas a través de un video en la cuenta oficial de la institución: «Quiero disculparme con todos los fans y seguidores de Liverpool Football Club por lo que causé durante las últimas 48 horas. Es algo que no olvidaré. Y muestra el poder que los aficionados tienen hoy y seguirán teniendo», reflexionó el administrador.

Un párrafo aparte fue el de los jugadores de Leeds que, en la previa al partido contra Liverpool, salieron al precalentamiento con remeras que rezaban “gánatelo en la cancha: el fútbol es de los hinchas”. Luego, el equipo de Marcelo Bielsa dejó las remeras en el vestuario visitante a modo de souvenir. Invita a pensar que el autor intelectual del hecho puede haber sido el siempre idealista director técnico, pero es un secreto que nunca se sabrá.

“Ganatelo en la cancha; el fútbol es de los hinchas”. Los jugadores rechazaron a la Superliga

Aún es incierto en que quedará el torneo continental, pero el intento de revolución llevado a cabo por unos pocos sirvió para demostrar que la lucha en las calles sigue siendo una herramienta válida para aquellos que no tienen millones de dólares donde apoyarse, como también para dejar en evidencia que lo que se llama poder no está delimitado solamente por lo económico, sino que la organización popular puede hacerle frente a cualquier cuenta bancaria.

Indudablemente, los dirigentes tendrán que contar hasta diez antes de tomar cualquier decisión determinante que involucre al club, ya que no importa si son sociedades anónimas deportivas o asociaciones civiles, el legado que quedó marcado es que el fútbol es y seguirá siendo de los hinchas.

 

Bruno Mariano, Calabrese Marcos, Gaetán César.