En el deporte muchísimas veces se busca poder encontrar una lógica, aquella razón por la cual sucede una cosa y no la otra, cuál es el equipo que puede ganar la competencia o que jugadores pueden llegar a destacarse. La edad siempre fue contada como un factor importante que puede afectar el rendimiento de un jugador, pero al ver las estadísticas y datos que nos brinda el torneo italiano de básquetbol, ningún observador que sea imparcial tomaría como normal el hecho de que Luis Scola con 40 años (sí, 40) sea el máximo goleador de la Liga Italiana.
Y esto no es por una cuestión de que el nivel en dicho país haya decaído, de hecho, si bien el básquetbol español es el mejor del continente hoy en día, en algún momento lo fue el italiano, los estudios más recientes ubican a la Lega dentro de las 4 mejores del continente (junto a Rusia, Turquía y España).
Un observador también podrá analizar si el está en un equipo competitivo o no, si compite en la Euroliga y esa es la razón que le permita actuar en tan sólo un partido por semana. Muchas especulaciones posibles que a fin de cuentas se desmoronan ya que, a fin de cuentas, muchos otros jugadores más jóvenes están en similares condiciones. Ninguno supera a Scola. Toney Douglas y Anthony Morse (de 34 y 26 años, respectivamente) son compañeros de Scola, que si bien no es el único jugador con experiencia en el plantel, es sin dudas el líder. En una entrevista publicada en La Gazzetta dello Sport, lo bautizaron como «L’immortale».
El pivote argentino actualmente está jugando en Varese, que se ubican en la antepenúltima posición de la Lega Serie A. Si bien al equipo no le resultan bien las cosas, la vigencia del eterno ayuda base se mantiene intacta siendo su máximo anotador. Un equipo que cuenta con un presupuesto límitado pero con su líder que parece conocer la fuente de la juventud eterna. En la derrota ante el Bologna de Milos Teodosic por 85-73, Scola finalizó con 23 tantos (4 de 8 triples).
No es la primera vez que nos deslumbra con un gran nivel siendo un veterano. Sin ir más lejos, en el mundial pasado con 39 años Luis Scola integró el quinteto ideal del certamen y fue el 4to mejor goleador, superado por 3 bestias de la NBA (el serbio Bogdavnovic el australiano Patty Mills y el francés Evan Fournier).
«Le dije al club ‘si no va, no va’. Arranquemos, pero yo no puedo hacer proyectos. No hay otros jugadores de 40 años. Les dije, si no me puedo mover, no va más. Ellos querían un contrato de dos años. Yo les dije que no. Y pusieron una opción de uno más uno. Eso me gustó. No es jugar al básquet para retirarme, terminar mi carrera. No vine a Varese para llegar a los Juegos Olímipcos. Es para jugar al básquet«, comentó el argentino en el programa Triángulo & Dos hace unos meses. Claramente el profesionalismo de Scola jamás estuvo en duda. En las primeras 5 fechas del campeonato, Scola promediaba, además de 22,4 puntos, 6,6 rebotes y 1,6 recuperos por partido, con una media de 28 minutos por encuentro.
Su rendimiento permite de alguna manera proyectar las posibilidades de el capitán argentino rumbo a Tokio, Juegos Olímpicos a los que llegará con 41 años. En la temporada pasada logró ser el goleador en varios partidos jugando para el Armani Milano, pero como dicho equipo era de primera línea, se desempeñaba en 2 competencias (Lega y Euroliga).
Su elección de pertenecer a un plantel el cual no cuenta con participaciones internacionales tiene un claro propósito, y es su último paso por el básquet. Como el mismo definió en aquella charla anteriormente citada: «Pensando en los Juegos, esta situación tiene ventajas respecto del año pasado. La Euroliga me hacía jugar muchos partidos y tener muchos viajes, con pocos entrenamientos. Además, se extendía el calendario. Eso, ahora, no lo voy a tener. Juego una vez por semana y tengo toda la semana para prepararme y entrenar. La situación es mejor por ese lado, aunque también hay que decir que es peor que antes porque tengo un año más». Está claro que, decir que llega a los JJOO en Tokio el próximo año con 41 años logra hacer pensar a cualquiera, pero con su autoexigencia, sólo se permitirá jugar si se siente competitivo. Cosa que a esta altura y después de sus grandes demostraciones de nivel en estos últimos 2 años, simplemente se le viene a la mente de un espectador su fórmula de juventud eterna, de lucha y entrega, ¿quedan dudas de que se sentirá en un gran estado?
Maximiliano Purita, 2° B, turno mañana