Transporte escolar: la voz de los menos escuchados

Son tiempos difíciles los que atraviesa la Argentina por la pandemia de coronavirus. Hace ya seis meses que el país se encuentra en cuarentena. Si […]

Son tiempos difíciles los que atraviesa la Argentina por la pandemia de coronavirus. Hace ya seis meses que el país se encuentra en cuarentena. Si bien regularment se están abriendo comercios, algunos rubros están olvidados. Este es el caso de quienes trabajan en el transporte de escolares. Estos no han podido trabajar en lo que va del año.

La semana pasada fue el turno de manifestarse de los policías, como anteriormente tuvieron su oportunidad el personal docente y de salud. Los transportistas de escolares buscan ser ayudados así como lo hicieron con algunos sectores. Por ello Rafael Fruscella, quien hace 17 años trabaja dentro de este rubro, contará el momento complicado en el que se encuentran él y los demás pertenecientes a este gremio.

Desde diciembre del año pasado que terminaron las clases se encuentran sin poder trabajar. Son pocos los casos de quienes pudieron hacerlo en el verano para colonias y clubes barriales. A su vez el regreso a las clases presenciales parece estar muy lejos. Difícilmente sea este año. Llevan 180 días sin trabajar y el panorama es desolador.                Otro gran obstáculo es que por su facturación no califican para recibir el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y tampoco para la Asistencia de emergencia al Trabajo y la Producción (ATP).

“La situación está tocando hoy el índice de pobreza ya que se lleva más de 180 días que no entra un mango. Por eso se le pidió una ayuda económica al ministro de transporte Meoni”, expresó Rafael. Dicha ayuda fue aprobada hace ya dos meses, pero aún no se ha puesto en marcha. Rondaría los 600 millones de pesos y se verían beneficiadas alrededor de diez mil familias de todo el país. “Gracias a dios soy unos de los pocos que estoy trabajando trasladando a personal de fábricas. Están viendo si entramos los que estamos facturando y si están incluidos los jubilados y pensionados que trabajan de transporte escolar”, comentó Fruscella, en referencia a si él calificaría para dicha ayuda.

El pasado jueves llevaron a cabo su manifestación nacional, llamada #AlertaEscolares. Lo hicieron con la utilización de sus vehículos de trabajo y bocinazos que se hicieron escuchar en todas las noticias. Como manifestó Rafael Fruscella, la situación es crítica, los impuestos les siguen llegando sin exenciones y van acumulando deudas.

En un móvil con el noticiero de canal nueve, un referente del rubro, Pablo Camacho con mucha preocupación declaró: “La ayuda se necesita para cuestiones alimentarias, lo demás iremos viendo”. Se necesita que se ponga en marcha la distribución de dicho dinero. Estas casi diez mil familias piden ser ayudadas, así como lo han hecho con otros sectores para poder cubrir sus necesidades básicas, como el alimento.

“Los transportistas escolares no estamos pidiendo una ayuda estamos pidiendo trabajar, nada más hay que reconvertirse. Yo traslado personal de fabrica, hay otros que hacen entregas para Mercado Libre con sus micros y combis. Algunos participan en el traslado de personas contagiadas hacia los hoteles u hospitales y unos pocos se la rebuscan mediante la venta empanadas y pizzas”, cerró Rafael respecto al tema. Brindando puestos de trabajo a quienes se dedican a este rubro y empleándolos para traslado de personal de fábricas, no solo se los ayudaría desde el punto de vista laboral, sino también bajaría la cantidad de personas que utilizan el transporte público y así disminuirían los contagios.

Sin tanta repercusión como la policía, el personal docente y el de salud, los transportistas escolares lograron ser escuchados. Resta ver en las próximas semanas que resolución toma este conflicto.